Segundo libro de la trilogía. Aunque contaba siglos de existencia, Anya, la diosa de la Anarquía, no había conocido el placer. Hasta Lucien, la encarnación de la Muerte, un guerrero condenado a llevar a las almas al Más Allá durante toda la eternidad. Él la atraía como ningún otro, y Anya estaba dispuesta a arriesgar cualquier cosa por tenerlo.
Sin embargo, cuando aquel despiadado Señor del Submundo recibió de los mismísimos dioses la orden de tomar el alma de Anya, la incontrolable atracción se convirtió en angustiosa persecución. Debían vencer a las fuerzas que los controlaban antes de que la sed que sentían el uno por el otro les exigiera un sacrificio de amor más allá de lo imaginable…
Sin embargo, cuando aquel despiadado Señor del Submundo recibió de los mismísimos dioses la orden de tomar el alma de Anya, la incontrolable atracción se convirtió en angustiosa persecución. Debían vencer a las fuerzas que los controlaban antes de que la sed que sentían el uno por el otro les exigiera un sacrificio de amor más allá de lo imaginable…