Lahiri es un hombre seguro de sí mismo al que no afectan los comentarios ni las opiniones de los demás. Se considera al margen de las ambiciones que poseen a la mayoría de las personas y no le afectan las opiniones que critican su modo de vivir. En su incansable caminar entre árboles y el soplar del viento primaveral, llega a un pueblo donde es precisamente el poseer lo que se destaca. Allí, nuestro protagonista conoce a un hombre atrapado en su propia mente por la angustia y por las circunstancias que la propia vida va tejiendo en la ardua tarea de vivir. Lahiri trata de ayudarle, pero él también es humano y aunque va bien pertrechado mentalmente para enfrentar los distintos retos del destino, tiene desguarnecida la puerta de los sentimientos. Las vivencias se suceden en aquél pueblo, donde lo más inesperado puede suceder.
Breve pero intensa novela que al mismo tiempo conjuga una historia de amor con una fuerte crítica social, en un lenguaje directo, no exento de lirismo, con referencias constantes a la naturaleza, en especial a los álamos, que dan título al libro, y señalan otra manera de vivir, más sensible y menos estridente de la cual hay que aprender y que el ruido de este mundo no deja oír.
Breve pero intensa novela que al mismo tiempo conjuga una historia de amor con una fuerte crítica social, en un lenguaje directo, no exento de lirismo, con referencias constantes a la naturaleza, en especial a los álamos, que dan título al libro, y señalan otra manera de vivir, más sensible y menos estridente de la cual hay que aprender y que el ruido de este mundo no deja oír.