Una enorme sacudida de tierra. Un temblor histórico. Un cambio de fisonomía. Unas aguas que engulleron demasiadas cosas a su paso. Un año, 1755, ahí comienza todo.
Epicentro: Lisboa.
La hasta entonces pequeña y humilde villa de Huelva es golpeada con dureza por el terremoto. La destrucción es palpable. muchas casas y otros edificios, como las iglesias, están en ruinas. Decenas de personas han quedado enterradas bajo los escombros.
Un cura, Jacobo del Barco, dará sepelio a las víctimas y buscará soluciones reales para un pueblo que ha de volver a levantar la cabeza.
La novela nos invita a conocer la realidad social de mediados del siglo XVIII. Nos muestra sin tapujos el humanismo de la época, la miseria, el afán de superación de unos y la mezquindad de otros.
Novelas así son necesarias para conocer la historia y nuestra historia...
Y Huelva cambió para siempre.
Epicentro: Lisboa.
La hasta entonces pequeña y humilde villa de Huelva es golpeada con dureza por el terremoto. La destrucción es palpable. muchas casas y otros edificios, como las iglesias, están en ruinas. Decenas de personas han quedado enterradas bajo los escombros.
Un cura, Jacobo del Barco, dará sepelio a las víctimas y buscará soluciones reales para un pueblo que ha de volver a levantar la cabeza.
La novela nos invita a conocer la realidad social de mediados del siglo XVIII. Nos muestra sin tapujos el humanismo de la época, la miseria, el afán de superación de unos y la mezquindad de otros.
Novelas así son necesarias para conocer la historia y nuestra historia...
Y Huelva cambió para siempre.