"El comienzo de esta novela dentro de algunos años será estudiado en las escuelas como un arquetipo de la novela argentina. Y el capítulo XXXII, su aparente final, será motivo de estudio en los bares de las facultades de Filosofía y Letras de todo el país, porque en esta obra está muy bien reflejado el modus operandi de nuestros comisarios y subcomisarios, quienes han cocinado lo más siniestro y escabroso de la historia cotidiana. Agradecido por haber saboreado estos capítulos del Comisario Pereyra, cuyo autor, ha sido uno de mis comensales, he recordado una frase de Paul Valéry: "La historia es la única ciencia donde las cosas pasan una sola vez"".
Miroslav Scheuba, poeta y cocinero.
"La empecé y no pude dejarla hasta terminarla. Me maravilla con la habilidad que maneja los hilos, la presentación de los personajes y sus circunstancias, la historia, el lenguaje. ¡Me pareció fabulosa!"
Alejandrina Malenchini (escritora)
"En el principio es muy atrapante. En los primeros capítulos logra abrir la imaginación del lector, dándole espacio y lugar al mismo. Después, al aparecer la verdadera trama, se vuelve extremamente envolvente, más aun que al principio; y de esta manera nos traslada a un mundo de fantasías lleno de acción y de aventura."
Ernesto.
"Me gustó mucho la combinación de simpleza y profundidad. Me mantuve todo el tiempo expectante. Muy bueno. Si en la secundaria nos ensenaran este tipo de novelas..."
Manuel
"Me gustó mucho, el estilo cotidiano de aparente simpleza está muy logrado, y además la idea es muy interesante. No podía parar de leerla, aunque no debía por la falta de tiempo."
Irene Marks (poeta)
"Presentía que algo bueno te traías bajo el brazo. No era un periódico, tampoco una revista. Más se parecía a una pintura, -que ni Goya, ni Velázquez supieron pintar de las orillas del Guadalquivir, tal como vos pintas en estas páginas la vida en las márgenes del Paraná -. Un ancho rio de fondo, de cercanas y amplias barrancas que cobijaban rincones y casas conocidas de trabajadores de la industria de la carne. Ahora no duermo, por leer y releer este regalo que nos alcanzas."
Yeyo Videla
"Quede abismada, perturbada lo que me dice que escribe muy bien; me gustan las descripciones de lugares, los detalles; una vez que empecé no la pude dejar."
Ceci
Miroslav Scheuba, poeta y cocinero.
"La empecé y no pude dejarla hasta terminarla. Me maravilla con la habilidad que maneja los hilos, la presentación de los personajes y sus circunstancias, la historia, el lenguaje. ¡Me pareció fabulosa!"
Alejandrina Malenchini (escritora)
"En el principio es muy atrapante. En los primeros capítulos logra abrir la imaginación del lector, dándole espacio y lugar al mismo. Después, al aparecer la verdadera trama, se vuelve extremamente envolvente, más aun que al principio; y de esta manera nos traslada a un mundo de fantasías lleno de acción y de aventura."
Ernesto.
"Me gustó mucho la combinación de simpleza y profundidad. Me mantuve todo el tiempo expectante. Muy bueno. Si en la secundaria nos ensenaran este tipo de novelas..."
Manuel
"Me gustó mucho, el estilo cotidiano de aparente simpleza está muy logrado, y además la idea es muy interesante. No podía parar de leerla, aunque no debía por la falta de tiempo."
Irene Marks (poeta)
"Presentía que algo bueno te traías bajo el brazo. No era un periódico, tampoco una revista. Más se parecía a una pintura, -que ni Goya, ni Velázquez supieron pintar de las orillas del Guadalquivir, tal como vos pintas en estas páginas la vida en las márgenes del Paraná -. Un ancho rio de fondo, de cercanas y amplias barrancas que cobijaban rincones y casas conocidas de trabajadores de la industria de la carne. Ahora no duermo, por leer y releer este regalo que nos alcanzas."
Yeyo Videla
"Quede abismada, perturbada lo que me dice que escribe muy bien; me gustan las descripciones de lugares, los detalles; una vez que empecé no la pude dejar."
Ceci