«Salgo hoy para unirme a las fuerzas de Raimundo, mi señor, en su gran peregrinación armada a Jerusalén. ¡Jerusalén! ¡La palabra ya resuena como una trompeta! ¡Cómo llama a las puertas de mi alma para que acuda a liberarla! Jerusalén, la ciudad santa, la ciudad de Dios ...»
Narrada en la voz de su protagonista, El cruzado es una tensa crónica de la aventura más grande y descabellada de la Edad Media. Roger, deseoso de expiar sus pecados, acepta el sagrado compromiso de participar en una «peregrinación armada» a Tierra Santa. Sin embargo, la expedición no tarda en degenerar en una violenta campaña librada en medio del calor y del polvo, minada por la traición, el engaño y la codicia.
Basadas en el sueño de la fe y zarandeadas por la cruenta realidad, las Cruzadas constituyeron un abigarrado tapiz de intereses espurios, sueños de grandeza, apetitos inconfesables, fundamentalismo religioso y desenfrenada sexualidad. Y esta magnífica novela lo recrea magistralmente.
Narrada en la voz de su protagonista, El cruzado es una tensa crónica de la aventura más grande y descabellada de la Edad Media. Roger, deseoso de expiar sus pecados, acepta el sagrado compromiso de participar en una «peregrinación armada» a Tierra Santa. Sin embargo, la expedición no tarda en degenerar en una violenta campaña librada en medio del calor y del polvo, minada por la traición, el engaño y la codicia.
Basadas en el sueño de la fe y zarandeadas por la cruenta realidad, las Cruzadas constituyeron un abigarrado tapiz de intereses espurios, sueños de grandeza, apetitos inconfesables, fundamentalismo religioso y desenfrenada sexualidad. Y esta magnífica novela lo recrea magistralmente.