Cuando Michelle recibe una llamada telefónica de un historiador de Richmond, ve la oportunidad de ser parte de una aventura que le resulta imprescindible. Todo lo que tiene que hacer es encontrar una llave de un siglo de antigüedad.
Tres personas más ―un guitarrista, un ingeniero y una jubilada― reciben llamadas similares. Cada familia posee una de las cuatro llaves necesarias para abrir la cerradura de una caja fuerte que se encontró sepultada en un palacio de justicia en Virginia, aunque la conexión entre estas personas es tan misteriosa como la caja fuerte en sí. No se suponía que sus antepasados interactuaran, no había razón aparente para que sepultaran la caja y tampoco deberían haber desaparecido para siempre después de ocultar la caja.
Con sus llaves, Michelle y los otros descendientes convergen en el sótano del palacio de justicia y abren la caja fuerte, revelando la verdad sobre sus antepasados: una verdad más extraña, más fatal y con más posibilidades de cambiar el mundo para siempre que cualquier otra que pudieran haber imaginado.
Tres personas más ―un guitarrista, un ingeniero y una jubilada― reciben llamadas similares. Cada familia posee una de las cuatro llaves necesarias para abrir la cerradura de una caja fuerte que se encontró sepultada en un palacio de justicia en Virginia, aunque la conexión entre estas personas es tan misteriosa como la caja fuerte en sí. No se suponía que sus antepasados interactuaran, no había razón aparente para que sepultaran la caja y tampoco deberían haber desaparecido para siempre después de ocultar la caja.
Con sus llaves, Michelle y los otros descendientes convergen en el sótano del palacio de justicia y abren la caja fuerte, revelando la verdad sobre sus antepasados: una verdad más extraña, más fatal y con más posibilidades de cambiar el mundo para siempre que cualquier otra que pudieran haber imaginado.