Esta es una novela apocalíptica para un momento apocalíptico. Es mi deber advertir que esta es una novela de ficción y no una religiosa, aunque todos, de una manera u otra, intuimos que nos hallamos al final de los tiempos tal y como los conocemos. Nadie puede negarlo. Ya no hay tiempo que perder. No soy profeta, pero sería una irresponsabilidad de mi parte hacerme el de la vista gorda y no tocar algunos temas que cualquier lector debe conocer. El calendario apocalíptico de lo que viene es mucho más difícil y drástico de lo que aquí está escrito. No se trata de asustar a nadie sino de avisar a tiempo para estar preparados y, aunque la mayoría de los personajes y el tema principal de esta novela son ficticios, otras cosas no lo son.
Cristianos y no cristianos estamos pendientes por igual de la fecha de la Segunda Venida de Cristo a la Tierra…mientras tanto, el hambre, la peste y la guerra continuarán cobrando millones de víctimas. Los virus del ébola y la viruela cuelgan sobre la humanidad como una ‘Espada de Damocles’. Las profecías hablan de una expedición que saldrá de Sevilla para auxiliar la elección del último y verdadero Papa a ser llamado, según San Malaquías, Pedro II o Pedro el Romano, elección que tendrá lugar en la ciudad de Roma. De acuerdo a Michel de Nostradamus, el nombre de este último emperador que regirá a Occidente sería Carlos o Carlos Enrique -el último de la dinastía de los Carlos- y será de la Casa de Orleans, lo cual le devolvería a Francia su lugar de ‘hija predilecta de la Iglesia’. San Pablo nos sugiere no despreciar las profecías y eso se refiere también a otras culturas. De nosotros depende en gran parte nuestro futuro. La humanidad entera se halla al borde del abismo o del punto de no retorno, ¿o será que ya lo cruzamos y sólo nos queda prepararnos y esperar a que se cumpla la cuenta regresiva de la llegada del Reino de Dios anunciada en el libro del Apocalipsis y en las profecías Marianas de la Salette, Fátima y Garabandal?
Cristianos y no cristianos estamos pendientes por igual de la fecha de la Segunda Venida de Cristo a la Tierra…mientras tanto, el hambre, la peste y la guerra continuarán cobrando millones de víctimas. Los virus del ébola y la viruela cuelgan sobre la humanidad como una ‘Espada de Damocles’. Las profecías hablan de una expedición que saldrá de Sevilla para auxiliar la elección del último y verdadero Papa a ser llamado, según San Malaquías, Pedro II o Pedro el Romano, elección que tendrá lugar en la ciudad de Roma. De acuerdo a Michel de Nostradamus, el nombre de este último emperador que regirá a Occidente sería Carlos o Carlos Enrique -el último de la dinastía de los Carlos- y será de la Casa de Orleans, lo cual le devolvería a Francia su lugar de ‘hija predilecta de la Iglesia’. San Pablo nos sugiere no despreciar las profecías y eso se refiere también a otras culturas. De nosotros depende en gran parte nuestro futuro. La humanidad entera se halla al borde del abismo o del punto de no retorno, ¿o será que ya lo cruzamos y sólo nos queda prepararnos y esperar a que se cumpla la cuenta regresiva de la llegada del Reino de Dios anunciada en el libro del Apocalipsis y en las profecías Marianas de la Salette, Fátima y Garabandal?