«Iniciados, poneos en pie. Poned vuestro nombre en el libro. Bienvenidos a Ashtown».
Durante dos años, Cyrus y Antigone Smith han regentado un destartalado motel de carretera junto a Daniel, su hermano mayor. Nunca parece ocurrir nada, hasta que un anciano desconocido, tatuado con huesos, llega solicitando una habitación concreta.
Menos de veinticuatro horas más tarde, el anciano está muerto, el motel ha ardido y Daniel ha desaparecido. Y Cyrus y Antigone se encuentran de rodillas en una sala abarrotada pronunciando un juramento ante una orden de exploradores que llevan siglos sirviendo como custodios de los secretos del mundo, guardianes de poderosas reliquias de civilizaciones perdidas y carceleros de criminales inmortales que han aterrorizado al mundo durante milenios.
Durante dos años, Cyrus y Antigone Smith han regentado un destartalado motel de carretera junto a Daniel, su hermano mayor. Nunca parece ocurrir nada, hasta que un anciano desconocido, tatuado con huesos, llega solicitando una habitación concreta.
Menos de veinticuatro horas más tarde, el anciano está muerto, el motel ha ardido y Daniel ha desaparecido. Y Cyrus y Antigone se encuentran de rodillas en una sala abarrotada pronunciando un juramento ante una orden de exploradores que llevan siglos sirviendo como custodios de los secretos del mundo, guardianes de poderosas reliquias de civilizaciones perdidas y carceleros de criminales inmortales que han aterrorizado al mundo durante milenios.