¿Qué se puede hacer contra la arrogancia de la eternidad? Una sola cosa: vivir. O dos: vivir y contar. El narrador de esta historia –un empresario del cine que apenas se siente escritor– sufre de cronofobia y ve cómo el tiempo actúa dañando las cosas y los hechos: “El tiempo es un espectáculo que se puede ver”. La misión de contar ese espectáculo obliga a su escritura a reaccionar contra el tiempo con la épica del insecto que enfrenta a una bestia.
El espectáculo del tiempo es una novela total sobre la intimidad más profunda de las personas y la grandeza insondable del universo. Las aventuras del amor, los hábitos del sexo, las crisis y los oasis familiares, las comedias del trabajo y el ocio, los múltiples disfraces de la muerte, los viajes, el relato histórico y la vida de los otros se despliegan y conectan como partes de un organismo que busca sobrevivir al olvido.
Este libro –como el tiempo– empieza con el Big Bang y termina en el Big Crunch. Entre ambos flotan las historias de todos nosotros y la probada pericia de Juan José Becerra que se consolida, sin duda, como uno de los grandes narradores del Río de la Plata.