El genio del cristianismo —en cuatro tomos— fue publicado en francés como Le Génie du christianisme, ou Beautés de la religión chrétienne en 1802. Se incluyó la novelas Atala (1801) y René (1805, con una edición revisada de Atala).
Este tratado —inmenso como un océano— fue escrito poco después de la muerte de su madre, revela la lucha interior de Chateaubriand para conciliar el racionalismo del siglo de las luces, y la religión, y su eventual retorno al cristianismo tradicional. En respuesta al racionalismo de escritores de la Ilustración, Chateaubriand defiende el cristianismo haciendo hincapié en su capacidad para nutrir y estimular la cultura europea, la arquitectura, el arte y la literatura.
Concluye el autor su obra con un silogismo —para probar el genio del Cristianismo— que es tan agudo y convincente como los silogismos de San Anselmo y Santo Tomás de Aquino.
Este tratado —inmenso como un océano— fue escrito poco después de la muerte de su madre, revela la lucha interior de Chateaubriand para conciliar el racionalismo del siglo de las luces, y la religión, y su eventual retorno al cristianismo tradicional. En respuesta al racionalismo de escritores de la Ilustración, Chateaubriand defiende el cristianismo haciendo hincapié en su capacidad para nutrir y estimular la cultura europea, la arquitectura, el arte y la literatura.
Concluye el autor su obra con un silogismo —para probar el genio del Cristianismo— que es tan agudo y convincente como los silogismos de San Anselmo y Santo Tomás de Aquino.