El Gíbaro, magnífica obra pionera en la literatura de Puerto Rico, ha sido comparada por algunos estudiosos con el Poema de Mío Cid de España y el Martín Fierro de Argentina.
Esta obra en prosa y verso presenta estampas de las costumbres del campesino del País, incluido el modo de vestir, la música y la vida diaria. Utilizando al jíbaro como modelo, Alonso intenta describir aquellas características que definen la identidad puertorriqueña. En estos relatos, Alonso también recrea la lengua campesina isleña: el vocabulario, la pronunciación, la sintaxis, etc.
Esta obra fue aclamada de forma casi inmediata por críticos y lectores como la primera muestra del costumbrismo antillano, iniciadora de una literatura propiamente puertorriqueña, capaz de presentar numerosos rasgos autóctonos que, sin renegar de sus claras influencias españolas ni de ciertos aspectos compartidos con el costumbrismo de otras regiones hispanoamericanas, permitían ya hablar de una literatura puertorriqueña propiamente dicha.
Esta obra en prosa y verso presenta estampas de las costumbres del campesino del País, incluido el modo de vestir, la música y la vida diaria. Utilizando al jíbaro como modelo, Alonso intenta describir aquellas características que definen la identidad puertorriqueña. En estos relatos, Alonso también recrea la lengua campesina isleña: el vocabulario, la pronunciación, la sintaxis, etc.
Esta obra fue aclamada de forma casi inmediata por críticos y lectores como la primera muestra del costumbrismo antillano, iniciadora de una literatura propiamente puertorriqueña, capaz de presentar numerosos rasgos autóctonos que, sin renegar de sus claras influencias españolas ni de ciertos aspectos compartidos con el costumbrismo de otras regiones hispanoamericanas, permitían ya hablar de una literatura puertorriqueña propiamente dicha.