En contra de lo que dice la oficialidad, la tartamudez sí puede corregirse. Yo lo he conseguido cambiando mi modo de vida, y no implementando un método. Con ocho años estuve con un pie en la cornisa de un balcón y el otro pie suspendido en el aire. Hoy, a mis 48 años, doy conferencias de crecimiento personal y de cómo corregirse uno mismo su tartamudez.
No es un método sino un cambio de vida. Y no debe sólo circunscribirse a nosotros los tartamudos sino que, a modo de evolución personal, sirve para todo el mundo: tartamudos y fluidos.
Nunca antes vi unidos a la tartamudez, la espiritualidad y el sentido del humor. He podido darme cuenta de que nuestra tartamudez y nuestros problemas son en realidad una bendición que la vida nos ha regalado para que descubramos quienes somos realmente y sacar a la luz todo nuestro potencial.
Yo hice my Gran Viaje, y cada uno tiene el suyo. Así que me limito a darte un empujoncito para que tú cojas carrerilla y te lances a una aventura impresionante: Tu vida.
No es un método sino un cambio de vida. Y no debe sólo circunscribirse a nosotros los tartamudos sino que, a modo de evolución personal, sirve para todo el mundo: tartamudos y fluidos.
Nunca antes vi unidos a la tartamudez, la espiritualidad y el sentido del humor. He podido darme cuenta de que nuestra tartamudez y nuestros problemas son en realidad una bendición que la vida nos ha regalado para que descubramos quienes somos realmente y sacar a la luz todo nuestro potencial.
Yo hice my Gran Viaje, y cada uno tiene el suyo. Así que me limito a darte un empujoncito para que tú cojas carrerilla y te lances a una aventura impresionante: Tu vida.