Un retrato humano de Oriente Medio a través del testimonio de sus habitantes
Decía Lorca que «debajo de las multiplicaciones hay una gota de sangre». En este libro Olga Rodríguez nos muestra la sangre y la vida que fluyen por las calles de Oriente Medio y que rara vez consiguen asomar detrás de los grandes titulares o las estadísticas.
Con una sencillez limpia de prejuicios y una humanidad poco habitual, la autora nos acerca a esta conflictiva región a través de sus habitantes, hombres y mujeres aparentemente comunes cuyas vidas conforman sin quererlo la Historia con mayúsculas. Leer este libro es conocer a Yamila y Minal, que fueron torturadas en el Irak ocupado; acercarse a los Elhanan, una familia judía de Jerusalén que perdió a su hija en un atentado suicida; escuchar a Ibrahim, que vio morir a sus amigos en ejecuciones extrajudiciales israelíes y vivió el encierro en la iglesia de la Natividad de Belén; entrar en la tienda de campaña de un refugiado afgano, exiliado en su propio país; o sudar con el esfuerzo de Ka-reem, un sindicalista pluriempleado egipcio que no renuncia a soñar mientras trabaja todas las horas del reloj.
En la mejor tradición de lo que una vez fue el periodismo, la posibilidad real de conocer el mundo a través de sus gentes siendo testigo directo de lo que se narra, este libro es imprescindible para entender una región que se ha convertido ya en el centro de la disputa de los grandes conflictos de este joven siglo.