Jorge Luís Chamorro atrapa, a través de la narrativa breve, la atmósfera de la capital del Perú, Lima a través de sus habitantes, la verdadera alma de la ciudad. Un escritor y su sobrino, un pintor fracasado que ahora es taxista, un boxeador y una joven con inquietudes solidarias son los cuatro colores con los que se explica el estado de una ciudad que ha crecido hacia arriba, que ha construido un ambiente cruel y, demasiadas veces, violento.
El hombre que vestía elegante son historias cuya fuerza reside en su carácter urbano, nostalgia de la gente, de la soledad, de la dureza y ternura que alberga. Con puntos salvajes, cultos, fieros y con un aire a anécdota intrascendente, sin importancia, que camufla esos matices poéticos que otorgan a las páginas el alma literaria. Historias con una derrota tranquila, de una victoria momentánea, un chispazo de tranquilidad caduca, pero feliz e inmensamente humana.
El hombre que vestía elegante son historias cuya fuerza reside en su carácter urbano, nostalgia de la gente, de la soledad, de la dureza y ternura que alberga. Con puntos salvajes, cultos, fieros y con un aire a anécdota intrascendente, sin importancia, que camufla esos matices poéticos que otorgan a las páginas el alma literaria. Historias con una derrota tranquila, de una victoria momentánea, un chispazo de tranquilidad caduca, pero feliz e inmensamente humana.