Un hombre llora la muerte de su mujer en la ciudad en la que la conoció. Está en Florencia, rodeado de recuerdos y monumentos, de calles laberínticas sin sentido, de obras de arte y turistas. Ha viajado desde Buenos Aires para tirar las cenizas de su esposa al Arno; ha decidido cumplir con las disposiciones finales que ella le dejó.
Abatido, Simón Heredia regresa al hotel decidido a dormir y marcharse al día siguiente. Entonces la ve: una mujer casi idéntica a su esposa; idéntica a la pareja que él habría querido: igual de bella que la que acaba de despedir, pero más solícita, frágil, compañera. Por un instante, cree que es mentira, que no puede ser cierto, que se trata de una alucinación. Sin embargo, ella es real, se llama Eloisa Manfredi. Y desaparece luego de conocerlo.
Así comienza esta impactante novela de suspenso; así comienza un juego lleno de dudas y de elementos sorprendentes hasta la última página, en el que nada es lo que parece; en el que la trama devela un sinnúmero de espejos y de correspondencias; en el que la acción, en plena guerra fría, se llena de agentes y doble agentes que quieren robar un secreto informático que Heredia posee; en el que Eloisa entra y sale de la vida de Simón para sembrar sospechas acerca de quién es y qué quiere; en el que el amor también puede ser una perversión.
Con una prosa afilada, con un manejo preciso de la intriga, Luis Carranza Torres construye una novela de suspenso perfecta, que mantiene en vilo al lector y que le ha valido el Premio Leer y Leer.
Abatido, Simón Heredia regresa al hotel decidido a dormir y marcharse al día siguiente. Entonces la ve: una mujer casi idéntica a su esposa; idéntica a la pareja que él habría querido: igual de bella que la que acaba de despedir, pero más solícita, frágil, compañera. Por un instante, cree que es mentira, que no puede ser cierto, que se trata de una alucinación. Sin embargo, ella es real, se llama Eloisa Manfredi. Y desaparece luego de conocerlo.
Así comienza esta impactante novela de suspenso; así comienza un juego lleno de dudas y de elementos sorprendentes hasta la última página, en el que nada es lo que parece; en el que la trama devela un sinnúmero de espejos y de correspondencias; en el que la acción, en plena guerra fría, se llena de agentes y doble agentes que quieren robar un secreto informático que Heredia posee; en el que Eloisa entra y sale de la vida de Simón para sembrar sospechas acerca de quién es y qué quiere; en el que el amor también puede ser una perversión.
Con una prosa afilada, con un manejo preciso de la intriga, Luis Carranza Torres construye una novela de suspenso perfecta, que mantiene en vilo al lector y que le ha valido el Premio Leer y Leer.