"El lado oscuro de Harold Caballeros", desenmascara al auto-denominado “Apóstol y Profeta”, Harold Osberto Caballeros López. Utilizando sus prédicas, revelaciones divinas, profecías, libros y discursos, revela su mundo tenebroso y el abismo fangoso, que propone implementar en Guatemala.
Dentro del “ecosistema Evangélico”, Caballeros es venerado como uno de los líderes mundiales y paladín de los “Dominionistas”, la emergente casta de “Apóstoles y Profetas neo-Nazis Evangélicos” que a menudo viajan al cielo, charlan con Jehová, sanan lo incurable, forcejan con demonios, y resucitan a los muertos.
Además de sus propósitos nefastas, se dedica al genocidio cultural y es un racista hasta la médula, afirmando que a diferencia de los “Ladinos”, las razas indígenas, carecen de “genes predispuestos al mensaje de Jehová”.
El padre del autor, Gray E. Russell (1916-1999), fue el mandamás de la secta evangélica los “Hermanos Kramerístas” en Guatemala, desde 1954 hasta 1977. Estableció cientos de iglesias conocidas como “Salas Evangélicas” y durante 23 años, redactó la revista el “Contendor por la Fe”, fundada originalmente por Carlos W. Kramer (1894-1960), publicada desde 1925 hasta 1993,
Como el heredero designado de esa “Secta Evangélica”, trataron de reclutarlo como el futuro líder y al igual que “Pip”, en la novela de Charles Dickens, hubo “Grandes Esperanzas”, que seguiría en los pasos de su padre, pero no fue así.
Durante esos años, observó el comienzo de las locuras del “Dominionismo” y al investigar sus propósitos, el origen de sus doctrinas y el carácter de sus fundadores, pronto llegó a la conclusión que había desperdiciado varios años de su vida.
Antes de que se publicase este libro, el autor fue acusado de ser un; “comunista, financiado por grupos izquierdistas, en contra de la ultra-derecha Guatemalteca”. Otros le advirtieron; “esta gente es muy peligrosa y te pueden hacer daño, es mejor que no lo publiques”, ya que muestra pruebas abrumadoras que vinculan directamente a personajes “Evangélicos” con hechos criminales. El autor mismo financió, investigó, escribó y publicó este libro, para desenmascarar a los que pretenden ser “Cristianos Evangélicos” en Guatemala.
Los Cristianos dentro del entorno Guatemalteco, están divididos en dos campos muy distintos pero como veremos, Harold Caballeros y sus “Dominionistas”, han creado una “nueva religión”, disfrazada bajo el manto del Cristianismo “Evangélico”.
Caballeros y sus co-conspiradores, han importado un cóctel letal de; “Paganismo, Violencia, Ocultismo y Genocidio” de los EE.UU y desarrollado el “Evangelio de intolerancia, racismo, y subversión”.
Sus “Apóstoles y Profetas”, embarran el territorio Guatemalteco con títulos falsos, alianzas oscuras, moralidades tenebrosas y enseñanzas racistas. Como cerdos hambrientos, se atiborran de las manadas ignorantes que pastean en los potreros hormigoneados de las “Mega-Iglesias”. Sus fieles venden sus almas y lealtades a los que siguen y adulan, sin cuestionarlos.
Para el “Dominionista; “la Democracia es el enemigo del Cristianismo, que fomenta la desobediencia y el desorden social”. Bajo un estado “Dominionista”, la policía sería usada para perseguir a los No-Cristianos y así; “desencadenar la ira de Dios sobre todo aquel que practica el mal”.
La función y propósito de un Gobierno “Dominionista” es aterrorizar a todos los practicantes de maldad (los No-Cristianos) y vengarse de ellos; “El propósito de un gobierno es proteger a la iglesia de Jesucristo y nadie sobre este planeta tiene el derecho de adorar a otro Dios que no sea Jehová. Así que el Estado no tiene el derecho de defender los derechos de los (No-Cristianos) . . .No hay tal cosa como pluralidad de religión. Nunca ha existido en la historia de la humanidad, ni ahora, ni tampoco la habrá”. [La Manera en que Dios Quiere que Lo Adoremos Joseph Morecraft III, 2001]
Dentro del “ecosistema Evangélico”, Caballeros es venerado como uno de los líderes mundiales y paladín de los “Dominionistas”, la emergente casta de “Apóstoles y Profetas neo-Nazis Evangélicos” que a menudo viajan al cielo, charlan con Jehová, sanan lo incurable, forcejan con demonios, y resucitan a los muertos.
Además de sus propósitos nefastas, se dedica al genocidio cultural y es un racista hasta la médula, afirmando que a diferencia de los “Ladinos”, las razas indígenas, carecen de “genes predispuestos al mensaje de Jehová”.
El padre del autor, Gray E. Russell (1916-1999), fue el mandamás de la secta evangélica los “Hermanos Kramerístas” en Guatemala, desde 1954 hasta 1977. Estableció cientos de iglesias conocidas como “Salas Evangélicas” y durante 23 años, redactó la revista el “Contendor por la Fe”, fundada originalmente por Carlos W. Kramer (1894-1960), publicada desde 1925 hasta 1993,
Como el heredero designado de esa “Secta Evangélica”, trataron de reclutarlo como el futuro líder y al igual que “Pip”, en la novela de Charles Dickens, hubo “Grandes Esperanzas”, que seguiría en los pasos de su padre, pero no fue así.
Durante esos años, observó el comienzo de las locuras del “Dominionismo” y al investigar sus propósitos, el origen de sus doctrinas y el carácter de sus fundadores, pronto llegó a la conclusión que había desperdiciado varios años de su vida.
Antes de que se publicase este libro, el autor fue acusado de ser un; “comunista, financiado por grupos izquierdistas, en contra de la ultra-derecha Guatemalteca”. Otros le advirtieron; “esta gente es muy peligrosa y te pueden hacer daño, es mejor que no lo publiques”, ya que muestra pruebas abrumadoras que vinculan directamente a personajes “Evangélicos” con hechos criminales. El autor mismo financió, investigó, escribó y publicó este libro, para desenmascarar a los que pretenden ser “Cristianos Evangélicos” en Guatemala.
Los Cristianos dentro del entorno Guatemalteco, están divididos en dos campos muy distintos pero como veremos, Harold Caballeros y sus “Dominionistas”, han creado una “nueva religión”, disfrazada bajo el manto del Cristianismo “Evangélico”.
Caballeros y sus co-conspiradores, han importado un cóctel letal de; “Paganismo, Violencia, Ocultismo y Genocidio” de los EE.UU y desarrollado el “Evangelio de intolerancia, racismo, y subversión”.
Sus “Apóstoles y Profetas”, embarran el territorio Guatemalteco con títulos falsos, alianzas oscuras, moralidades tenebrosas y enseñanzas racistas. Como cerdos hambrientos, se atiborran de las manadas ignorantes que pastean en los potreros hormigoneados de las “Mega-Iglesias”. Sus fieles venden sus almas y lealtades a los que siguen y adulan, sin cuestionarlos.
Para el “Dominionista; “la Democracia es el enemigo del Cristianismo, que fomenta la desobediencia y el desorden social”. Bajo un estado “Dominionista”, la policía sería usada para perseguir a los No-Cristianos y así; “desencadenar la ira de Dios sobre todo aquel que practica el mal”.
La función y propósito de un Gobierno “Dominionista” es aterrorizar a todos los practicantes de maldad (los No-Cristianos) y vengarse de ellos; “El propósito de un gobierno es proteger a la iglesia de Jesucristo y nadie sobre este planeta tiene el derecho de adorar a otro Dios que no sea Jehová. Así que el Estado no tiene el derecho de defender los derechos de los (No-Cristianos) . . .No hay tal cosa como pluralidad de religión. Nunca ha existido en la historia de la humanidad, ni ahora, ni tampoco la habrá”. [La Manera en que Dios Quiere que Lo Adoremos Joseph Morecraft III, 2001]