El niño es el hijo del Hombre. El Hombre es el hijo de la Tierra. La Tierra es la hija del Sol. El Sol es el hijo de la Galaxia. La Galaxia es la hija de una familia Supergaláctica. Y todo es UNO en la Conciencia del Padre- Universo. Así es que tú, como habitante único de nuestra madre planetaria, bien pudieras asombrarte de tu infinita pequeñez. Bien pudieras verte en un espejo y al ver tu reflejo decirte: “Aquí estoy, un cuerpo de carne y hueso. Tengo piernas y brazos con los que puedo caminar y trabajar y un cerebro con el que puedo pensar.” Sin embargo, tu cuerpo físico no representa tu dimensión real. No, para nada. Es la extensión de tu Conciencia la que determina tu posición relativa en el esquema del Universo.
El desarrollo de la Conciencia depende de la comprensión que se tenga de los símbolos esotéricos, de los cuales la Astrología es su maestra. En este libro, paso a paso, se explican estos símbolos ocultos.
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