La historia que me has pedido que te cuente no comienza con la muerte de Lloyd y su lamentable fealdad. Comienza un día de agosto de hace mucho tiempo, cuando el sol me abrasaba la cara y yo tenía nueve años, y mi padre y mi madre me vendieron a un desconocido. Digo mi padre y mi madre, pero en realidad fue mi madre. La narradora de El libro de Memory, es una mujer albina que languidece en la prisión de máxima seguridad de Chikurubi, en Harare, Zimbabue, donde está encarcelada por asesinato. Como parte de su apelación, su abogada le pide a Memory que escriba lo que sucedió tal y como lo recuerda.
En su país la pena de muerte es preceptiva en casos de asesinato, y Memory escribe literalmente para salvar su vida. A medida que se despliega la narración, sabemos que ha sido juzgada y condenada por el asesinato de Lloyd Hendricks, su padre adoptivo. Pero ¿quién era Lloyd Hendricks? ¿Por qué Memory no siente remordimientos por su muerte? Y ¿sucedió todo tal y como ella lo recuerda?
Moviéndose entre las barriadas de los pobres y las zonas residenciales de los ricos, entre pasado y presente, Memory va tejiendo un relato fascinante en el que se entrelazan el amor, la obsesión, la inevitabilidad del destino y las trampas de la memoria.