El liderazgo de la Unión Europea en la agenda mundial para el desarrollo. El reto del caso ecuatoguineano.

La Unión Europea es el mayor contribuyente institucional en Ayuda Oficial al Desarrollo. Tanto la Comisión Europea, como el conjunto de los Estados miembros de la Unión son líderes mundiales de la estrategia de las Naciones Unidas para la lucha contra la pobreza. Por otro lado, aquí se mantiene que en su Acción Exterior, los Estados y las Organizaciones Internacionales utilizan la cooperación al desarrollo como instrumento y palanca para defender sus propios intereses. En este sentido, la Unión Europea cuenta con la posibilidad de compaginar sus intereses comerciales con la defensa de los valores recogidos en la Declaración de París. Este equilibrio entre intereses y valores, obliga a la Unión a mejorar sus capacidades diplomáticas en contextos geoestratégicos tan competitivos como el del golfo de Guinea. Guinea Ecuatorial es un país rico en recursos naturales pero que se mantiene en los últimos puestos del ranking en Desarrollo Humano. Las dificultades para establecer y aplicar políticas de cooperación con países como este suponen un reto impresionante para aplicar los valores que definen el modelo Europeo. De hecho, la Comisión Europea ha abandonado de facto su sede en Malabo en 2011 ante las dificultades encontradas para alcanzar un acuerdo con las autoridades de este país en materia de derechos humanos, lo que puede interpretarse como un fracaso diplomático de difícil solución.