Voy a contaros la historia del motín del Miño. Y os la voy a contar tal como a mí me la contó hace años Manuel Coya Lorenzo, uno de los marineros de su tripulación.
Os hablaré de la travesía que el barco pesquero Miño cubrió desde la ría de Vigo, en el hemisferio norte, hasta Puerto White, en el hemisferio sur. El Miño navegó más diez mil kilómetros desde Galicia, España, que está en Europa, hasta Argentina, que está en… América del Sur.
Os hablaré de Manuel y los demás marineros gallegos, que pescaban merluza durante horas y horas hasta caer rendidos por el sueño… Y de las largas veladas de aburrimiento en sus camarotes, sintiendo morriña de su tierra y sus familias… A veces, los vientos soplan con fuerza en alta mar, y otras no se mueve ni un pelo del flequillo. A veces, las olas son altas como edificios, y otras apenas si parecen arrugas que se forman y luego se alisan en la superficie del mar.
Sobre todo, que no se me olvide hablaros de Tita y Tito, los perritos protagonistas de esta historia, de cómo vivían en Puerto White y se colaron de polizones en el barco.
Os hablaré de la travesía que el barco pesquero Miño cubrió desde la ría de Vigo, en el hemisferio norte, hasta Puerto White, en el hemisferio sur. El Miño navegó más diez mil kilómetros desde Galicia, España, que está en Europa, hasta Argentina, que está en… América del Sur.
Os hablaré de Manuel y los demás marineros gallegos, que pescaban merluza durante horas y horas hasta caer rendidos por el sueño… Y de las largas veladas de aburrimiento en sus camarotes, sintiendo morriña de su tierra y sus familias… A veces, los vientos soplan con fuerza en alta mar, y otras no se mueve ni un pelo del flequillo. A veces, las olas son altas como edificios, y otras apenas si parecen arrugas que se forman y luego se alisan en la superficie del mar.
Sobre todo, que no se me olvide hablaros de Tita y Tito, los perritos protagonistas de esta historia, de cómo vivían en Puerto White y se colaron de polizones en el barco.