Según reza el título, se trata de relacionar el materialismo dialéctico con el mus: a primera vista, resulta completamente absurdo. A segunda vista, también.
Pero, nada es lo que parece. Esto se dice entre los espías. También es el lema de este juego. Al final se verá si hay seriedad en lo que parece una bobada solemne.
Al mus se juega en todas las ciudades de España y en la mayoría de sus pueblos. Al cabo del año, hay más horas dedicadas a coger la 31 que a cualquier I+D y que a todos los I+D juntos.
Con el modo dialéctico de pensar aplicado al juego del mus vamos a empezar a ver cada partida en su propio movimiento. Conoceremos como se produce el cambio de tendencia. Veremos su desarrollo como el resultado de las contradicciones existentes en el propio juego. Aprenderemos a ver quien es nuestro enemigo y quien es nuestro amigo y a como tratarles en consecuencia
Pero, ojo, esto no es un manual para aprender a jugar al mus. Solo se dirige a jugadores que ya lo conozcan y que hayan jugado muchas, pero que muchas partidas.
Tampoco es un tratado dirigido a los más adelantados de la clase que se quieran perfeccionar para ser el mejor. No vamos a desvelar ninguna fórmula secreta. Modestamente reconocemos que no la tenemos
Siendo sinceros, hay que decir que dudamos que la mera la lectura de este libro mejore nuestra capacidad en el juego y se traduzca en buenos resultados.
Solo se pretende que podamos entender mejor en que consiste el mus y de esa manera disfrutarlo más. Si después de su lectura alguien lo consigue, ya nos damos por satisfechos.
Pero, nada es lo que parece. Esto se dice entre los espías. También es el lema de este juego. Al final se verá si hay seriedad en lo que parece una bobada solemne.
Al mus se juega en todas las ciudades de España y en la mayoría de sus pueblos. Al cabo del año, hay más horas dedicadas a coger la 31 que a cualquier I+D y que a todos los I+D juntos.
Con el modo dialéctico de pensar aplicado al juego del mus vamos a empezar a ver cada partida en su propio movimiento. Conoceremos como se produce el cambio de tendencia. Veremos su desarrollo como el resultado de las contradicciones existentes en el propio juego. Aprenderemos a ver quien es nuestro enemigo y quien es nuestro amigo y a como tratarles en consecuencia
Pero, ojo, esto no es un manual para aprender a jugar al mus. Solo se dirige a jugadores que ya lo conozcan y que hayan jugado muchas, pero que muchas partidas.
Tampoco es un tratado dirigido a los más adelantados de la clase que se quieran perfeccionar para ser el mejor. No vamos a desvelar ninguna fórmula secreta. Modestamente reconocemos que no la tenemos
Siendo sinceros, hay que decir que dudamos que la mera la lectura de este libro mejore nuestra capacidad en el juego y se traduzca en buenos resultados.
Solo se pretende que podamos entender mejor en que consiste el mus y de esa manera disfrutarlo más. Si después de su lectura alguien lo consigue, ya nos damos por satisfechos.