Este volumen recoge noventa y nueve artículos publicados entre febrero de 2003 y febrero de 2005, es decir, los dos primeros años de colaboración de Javier Marías en El País Semanal.
En este casi centenar de piezas, Marías se muestra tan combativo e irreverente como de costumbre, y lo hace cuando era más oportuno: durante una etapa de nuestra historia algo sombría, que tuvo su máxima expresión trágica en los atentados madrileños del 11 de marzo de 2004. A los columnistas, dice Marías, «hay temporadas en que la realidad se nos impone en exceso, y hasta nos parece inmoral no referirnos a los acontecimientos graves en que nos hallamos inmersos todos».
Sin embargo, la variedad de asuntos tratados, casi siempre con leve nostalgia o con aguda ironía, es considerable: desde evocaciones de su madre muerta y de su padre anciano, del amigo de infancia o de las viejas colecciones de cromos de futbolistas, hasta las creencias y costumbres más necias de nuestro tiempo, la búsqueda de tumbas legendarias durante algunos viajes o la cada vez menos importancia de lo dicho y de las palabras, que lleva a demasiadas personas, sobre todo a los políticos, a ejercer constantemente «el oficio de oír llover».
Por suerte, existen aún escritores que, como Javier Marías, no se limitan a eso, sino que, con sus palabras, «intentan distinguir algo en medio del rumor manso o del ruido atronador de los acontecimientos».