Fantasía y realidad, esta historia le da igual a ese hombre que confunde las experiencias subjetivas con los hechos. La psicosis está caracterizada por delirios y alucinaciones, que conlleva un menoscabo en la capacidad para diferenciar entre lo real y lo irreal, como ha sucedido con el Asesino vampiro, o el Maniático de la luna.
Este es un dato ciertamente científico, hoy en día. Pero para llegar a él en el ámbito de la psicología forense, mucho se ha tenido que trabajar. En los años setenta, el FBI creó la Unidad de Ciencias del Comportamiento, dirigida por Ressler, con el fin de comprender las motivaciones y el perfil de los asesinos seriales. En base a este concepto de perfil psicológico del asesino serial es que Jorge Bafico y su equipo analizan diferentes casos, tanto reales como de fantasía. Desde Hannibal Lecter hasta Luis Alfredo Garavito, apodado “La bestia”, estos nueve asesinos seriales son estudiados desde su infancia hasta los monstruos en los que se convirtieron.
El origen de la monstruosidad habla de ellos: monstruos morales que no se ajustan a las categorías existentes, que exhiben comportamientos anormales o presentan contornos psicológicos difusos. Jorge Bafico nos hace saber cómo y por qué estos monstruos se sitúan donde las reglas establecidas y los parámetros de lo que se considera estándar se desvanecen, y los patrones de lo normal o lo correcto dejan de tener sentido.
Este es un dato ciertamente científico, hoy en día. Pero para llegar a él en el ámbito de la psicología forense, mucho se ha tenido que trabajar. En los años setenta, el FBI creó la Unidad de Ciencias del Comportamiento, dirigida por Ressler, con el fin de comprender las motivaciones y el perfil de los asesinos seriales. En base a este concepto de perfil psicológico del asesino serial es que Jorge Bafico y su equipo analizan diferentes casos, tanto reales como de fantasía. Desde Hannibal Lecter hasta Luis Alfredo Garavito, apodado “La bestia”, estos nueve asesinos seriales son estudiados desde su infancia hasta los monstruos en los que se convirtieron.
El origen de la monstruosidad habla de ellos: monstruos morales que no se ajustan a las categorías existentes, que exhiben comportamientos anormales o presentan contornos psicológicos difusos. Jorge Bafico nos hace saber cómo y por qué estos monstruos se sitúan donde las reglas establecidas y los parámetros de lo que se considera estándar se desvanecen, y los patrones de lo normal o lo correcto dejan de tener sentido.