La autora, Ivonne Bordelois, describe con impecable rigor metodológico y
con admirable capacidad de observación social los avatares que ha ido
sufriendo, a través del tiempo, el lenguaje de los argentinos, sometido
a las influencias de los frecuentes cambios que sufrió la población del
país como resultado de los grandes procesos inmigratorios, de las
sucesivas transformaciones socioculturales y, más recientemente, de los
hábitos incorporados por los avances de la informática.
Acosados por una crisis política y social que nos ha despojado de casi
todo, es importante que los argentinos nos preguntemos si lo hemos
perdido todo o si hay algo que todavía nos queda. De eso trata,
justamente, el ensayo de Ivonne Bordelois, de la naturaleza inalienable
del lenguaje, que es el gran recurso que nos ha dejado la historia.
con admirable capacidad de observación social los avatares que ha ido
sufriendo, a través del tiempo, el lenguaje de los argentinos, sometido
a las influencias de los frecuentes cambios que sufrió la población del
país como resultado de los grandes procesos inmigratorios, de las
sucesivas transformaciones socioculturales y, más recientemente, de los
hábitos incorporados por los avances de la informática.
Acosados por una crisis política y social que nos ha despojado de casi
todo, es importante que los argentinos nos preguntemos si lo hemos
perdido todo o si hay algo que todavía nos queda. De eso trata,
justamente, el ensayo de Ivonne Bordelois, de la naturaleza inalienable
del lenguaje, que es el gran recurso que nos ha dejado la historia.