En el año 1032, un adolescente de doce años, Teofilacto de Túsculo, se convierte en el papa más joven de la Historia, y probablemente el más odiado: Benedicto IX, a quien las intrigas y el soborno han aupado a la Corte Pontificia. Considerado por muchos un libertino que practicaba la hechicería y recibía prostitutas, también es un joven temeroso e inexperto, manipulado por los cardenales y obispos que le rodean. Pero nada le concitará tantos enemigos como su empeño en reformar la curia y acabar con la corrupción vaticana. Cuando Benedicto IX advierte que solo la autoridad y la violencia le ayudarán en su propósito, la tragedia será inevitable.
En El papa niño, Peter Prange convierte uno de los episodios más oscuros de la Iglesia en una inquietante novela, y traslada al lector las mismas preguntas que se hace uno de sus personajes, el cardenal Xing: «¿Nos bastan las apariencias para juzgar a las personas? ¿No deberíamos esforzarnos en intentar entender sus actos como manifestaciones de la divina providencia?».
En El papa niño, Peter Prange convierte uno de los episodios más oscuros de la Iglesia en una inquietante novela, y traslada al lector las mismas preguntas que se hace uno de sus personajes, el cardenal Xing: «¿Nos bastan las apariencias para juzgar a las personas? ¿No deberíamos esforzarnos en intentar entender sus actos como manifestaciones de la divina providencia?».