La falta de perdón es la causa de la mayor parte de los problemas en la vida.
El perdón garantiza la paz, nos libera del poder que las actividades de los demás poseen sobre nosotros, y nos despierta para la bondad y el amor.
Perdonar es complicado porque no siempre somos conscientes de toda la rabia y la amargura que guardamos en el corazón.
A veces, no perdonamos porque no sabemos cómo hacerlo y porque no nos perdonamos.
Perdonamos por un acto de nuestra voluntad, no necesariamente por nuestros sentimientos.
¡Cuántas veces vivimos con rabia o resentimiento, por no saber que son emociones poderosas que consumen nuestras energías!
Por eso, hay que estar en contacto con nuestros sentimientos. Es la manera de volvernos abiertos y libres, de ser nosotros mismos.
El perdón garantiza la paz, nos libera del poder que las actividades de los demás poseen sobre nosotros, y nos despierta para la bondad y el amor.
Perdonar es complicado porque no siempre somos conscientes de toda la rabia y la amargura que guardamos en el corazón.
A veces, no perdonamos porque no sabemos cómo hacerlo y porque no nos perdonamos.
Perdonamos por un acto de nuestra voluntad, no necesariamente por nuestros sentimientos.
¡Cuántas veces vivimos con rabia o resentimiento, por no saber que son emociones poderosas que consumen nuestras energías!
Por eso, hay que estar en contacto con nuestros sentimientos. Es la manera de volvernos abiertos y libres, de ser nosotros mismos.