Con el título el PODER DE LA ESTRATEGIA PARA LA SEGURIDAD DEL ESTADO, el Coronel Manuel Guillermo Martínez Pachón, entrega a la bibliografía político-militar colombiana un libro de profundo interés académico y educacional. “HAY QUE HACER LO QUE SE DEBE HACER Y NO SOLAMENTE LO QUE SE SABE HACER”. Este pensamiento que aparece solitario en la primera página, invita a sumirse en la lectura de la obra. Ese, “lo que se debe hacer“, sugiere un mandato que impone investigar, leer, y prepararse para penetrar lo desconocido.
Quizá fue lo que se dijo a sí mismo Cristóbal Colón ante los incrédulos doctores de la Rábida, y reiteró en su fuero interno antelos Reyes Católicos Fernando de Aragón e Isabel de Castilla. Algo en
aquel extranjero con mirada de fuego y convincente acento itálico,
atrajo la atención de Isabel hasta el punto de vender sus joyas para
fletar la expedición más arriesgada y peligrosa de todos los siglos,
comparable tan solo al lanzamiento del cohete espacial que llevaría
el primer hombre a la Luna. El presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy se había impuesto, como reto colosal, superar a la Unión Soviética que ya había enviado al espacio sideral
un cohete tripulado por Laika, una perrita siberiana, que al retorno
de su paseo celeste sería proclamada héroe de la Unión Soviética.
Cuatro centurias atrás, Cristóbal Colón era nombrado Gran Almirante de la Mar y los Océanos. Habiendo escrito sus historias. Uno, sobre las olas procelosas del Mar Tenebroso, donde la ciencia de la época, pensó que se acababa el mundo. Laika no pensó nada, provista como partió, con generosas porciones de bistec y pan sintético, ambos procesados en laboratorios del Estado marxista.
Al enunciar en uno de sus capítulos, los diez temas sustantivos de su obra, Martínez Pachón resalta la palabra, CÓMO para definir los medios que utiliza el Poder para oponerse a las intenciones del adversario, y entrelaza Operaciones con la Inteligencia para apreciar la situación, tomar la decisión, y conducir el ulterior empleo de la maniobra para obtener la victoria, fin supremo de la confrontación. En ese CÓMO, vocablo mágico, se condensan los fines y propósitos de la Gran Estrategia, término utilizado por el brillante tratadista inglés Liddell Hart en su magistral obra: “La Estrategia de Aproximación Indirecta”.
A la par con otros pensadores de la misma escuela, dentro del pensamiento estratégico y militar, Hart se vale de ejemplos históricos para demostrar su teoría de que los grandes genios de la guerra, en todas las épocas, utilizaron esta forma sutil de la maniobra estratégica para descargar golpes decisivos en los puntos vulnerables de sus adversarios, idealmente, un flanco, y si la situación permitiera un doble envolvimiento, una vez planeada la batalla: bases logísticas o sedes gubernamentales.
Como se define en un aparte de la presentación editorial de la obra “La intención básica de escribir este libro, ha sido sugerir una metodología que oriente a quienes con responsabilidad de planeamiento, mediante el conocimiento del Poder del Estado”. Aquí el autor penetra el “ámbito sublime de la estrategia”, *para luego sustentar su temática, a lo largo de los diez capítulos de la obra.*(Mariscal de Camp Ferdinand Foch, I Guerra Mundial).
El autor agrupa resultados de su experiencia docente, que comienza en la Escuela de Artillería, su Arma, y transita por los ámbitos académicos de su “Alma Mater”, Escuela Militar de Cadetes, dejando en quienes fueron sus alumnos, lecciones perdurables. Así, en la planta de conferenciantes y profesores de la Escuela Superior de Guerra, en conferencias, paneles, Juegos de Guerra internacionales, como profesor de primera categoría, su libro viene a ser la acumulación de esos conocimientos, enriquecidos por sus importantes pensamientos y creatividad.
General Alvaro Valencia Tovar
Quizá fue lo que se dijo a sí mismo Cristóbal Colón ante los incrédulos doctores de la Rábida, y reiteró en su fuero interno antelos Reyes Católicos Fernando de Aragón e Isabel de Castilla. Algo en
aquel extranjero con mirada de fuego y convincente acento itálico,
atrajo la atención de Isabel hasta el punto de vender sus joyas para
fletar la expedición más arriesgada y peligrosa de todos los siglos,
comparable tan solo al lanzamiento del cohete espacial que llevaría
el primer hombre a la Luna. El presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy se había impuesto, como reto colosal, superar a la Unión Soviética que ya había enviado al espacio sideral
un cohete tripulado por Laika, una perrita siberiana, que al retorno
de su paseo celeste sería proclamada héroe de la Unión Soviética.
Cuatro centurias atrás, Cristóbal Colón era nombrado Gran Almirante de la Mar y los Océanos. Habiendo escrito sus historias. Uno, sobre las olas procelosas del Mar Tenebroso, donde la ciencia de la época, pensó que se acababa el mundo. Laika no pensó nada, provista como partió, con generosas porciones de bistec y pan sintético, ambos procesados en laboratorios del Estado marxista.
Al enunciar en uno de sus capítulos, los diez temas sustantivos de su obra, Martínez Pachón resalta la palabra, CÓMO para definir los medios que utiliza el Poder para oponerse a las intenciones del adversario, y entrelaza Operaciones con la Inteligencia para apreciar la situación, tomar la decisión, y conducir el ulterior empleo de la maniobra para obtener la victoria, fin supremo de la confrontación. En ese CÓMO, vocablo mágico, se condensan los fines y propósitos de la Gran Estrategia, término utilizado por el brillante tratadista inglés Liddell Hart en su magistral obra: “La Estrategia de Aproximación Indirecta”.
A la par con otros pensadores de la misma escuela, dentro del pensamiento estratégico y militar, Hart se vale de ejemplos históricos para demostrar su teoría de que los grandes genios de la guerra, en todas las épocas, utilizaron esta forma sutil de la maniobra estratégica para descargar golpes decisivos en los puntos vulnerables de sus adversarios, idealmente, un flanco, y si la situación permitiera un doble envolvimiento, una vez planeada la batalla: bases logísticas o sedes gubernamentales.
Como se define en un aparte de la presentación editorial de la obra “La intención básica de escribir este libro, ha sido sugerir una metodología que oriente a quienes con responsabilidad de planeamiento, mediante el conocimiento del Poder del Estado”. Aquí el autor penetra el “ámbito sublime de la estrategia”, *para luego sustentar su temática, a lo largo de los diez capítulos de la obra.*(Mariscal de Camp Ferdinand Foch, I Guerra Mundial).
El autor agrupa resultados de su experiencia docente, que comienza en la Escuela de Artillería, su Arma, y transita por los ámbitos académicos de su “Alma Mater”, Escuela Militar de Cadetes, dejando en quienes fueron sus alumnos, lecciones perdurables. Así, en la planta de conferenciantes y profesores de la Escuela Superior de Guerra, en conferencias, paneles, Juegos de Guerra internacionales, como profesor de primera categoría, su libro viene a ser la acumulación de esos conocimientos, enriquecidos por sus importantes pensamientos y creatividad.
General Alvaro Valencia Tovar