Continúan las aventuras del joven Tahmuz
y el príncipe Tarian iniciadas en Las cenizas
del Juramento Después de la batalla de Isla Blanca, Tarian se ha convertido en el Príncipe de los Cuatros Vientos, pero el trono sigue en manos del general Galkirion. Mientras avanza en su camino como aprendiz del Juramento, Tahmuz deberá ayudarlo a reunir bajo su estandarte a las demás ciudades, enfrentándose al poder del Verdugo a cada paso: las Águilas Negras, las máquinas de guerra de la Ciudad de los Sabios y las «falsas bestias» del infame Bagrat.
Pero muy lejos de ahí, en el Norte, una terrible amenaza despierta, sin que el príncipe lo pueda imaginar. Asur-Tharisag, señor de la Casa de la Espinas, está a punto de hacerse con el poder en el Imperio de los Condenados. Su hijo menor, Ataru, lucha por convertirse en el dios guerrero qué él espera, pero ¿estará dispuesto a sacrificar lo que más ama?
y el príncipe Tarian iniciadas en Las cenizas
del Juramento Después de la batalla de Isla Blanca, Tarian se ha convertido en el Príncipe de los Cuatros Vientos, pero el trono sigue en manos del general Galkirion. Mientras avanza en su camino como aprendiz del Juramento, Tahmuz deberá ayudarlo a reunir bajo su estandarte a las demás ciudades, enfrentándose al poder del Verdugo a cada paso: las Águilas Negras, las máquinas de guerra de la Ciudad de los Sabios y las «falsas bestias» del infame Bagrat.
Pero muy lejos de ahí, en el Norte, una terrible amenaza despierta, sin que el príncipe lo pueda imaginar. Asur-Tharisag, señor de la Casa de la Espinas, está a punto de hacerse con el poder en el Imperio de los Condenados. Su hijo menor, Ataru, lucha por convertirse en el dios guerrero qué él espera, pero ¿estará dispuesto a sacrificar lo que más ama?