En abril de 1908, un incendio consumía la extensa y cuidada librería personal de Benjamin Tucker, al mismo tiempo cuartel general de Liberty, el legendario periódico del mutualismo norteamericano. Se había publicado casi sin interrupción desde 1881, y en su mayor esplendor había llegado a contar con 60 colaboradores y varios miles de subscriptores a lo largo y ancho del país, dotando de lustre a un movimiento que se nutría del proudhonismo francés y de la tradición individualista autóctona, y que contaba con la simpatía de una minoría numerosa e ilustrada compuesta de intelectuales individualistas, "pequeños propietarios heréticos" y obreros organizados en las ciudades del Noreste y del Medio Oeste. Tocado, sin embargo, por el trágico incendio de su gran centro de producción intelectual y por la emigración a Francia de su cabeza más visible, Benjamin Tucker, el mutualismo terminaría sucumbiendo al paso de los colectivismos, las Guerras Mundiales y la Gran Depresión .
Habría que esperar hasta la bomba intelectual de Kevin A. Carson, publicada en 2001 bajo el título The Iron Fist Behind The Invisible Hand, para que el mutualismo despertara de su letargo y reivindicase su legítimo lugar en el panorama de las ideologías políticas. Lejos del tipo de intelectual académico habitual en los think tanks liberales, Kevin A. Carson es, como dijera Marx de Proudhon, "no sólo la voz del proletariado americano, es él mismo un proletario". Nativo de Arkansas, ha compaginado durante años su profesión de enfermero con el estudio autodidacta de los grandes clásicos de la economía y de la política hasta convertirse hoy en uno de los intelectuales libertarios vivos más influyentes.
Habría que esperar hasta la bomba intelectual de Kevin A. Carson, publicada en 2001 bajo el título The Iron Fist Behind The Invisible Hand, para que el mutualismo despertara de su letargo y reivindicase su legítimo lugar en el panorama de las ideologías políticas. Lejos del tipo de intelectual académico habitual en los think tanks liberales, Kevin A. Carson es, como dijera Marx de Proudhon, "no sólo la voz del proletariado americano, es él mismo un proletario". Nativo de Arkansas, ha compaginado durante años su profesión de enfermero con el estudio autodidacta de los grandes clásicos de la economía y de la política hasta convertirse hoy en uno de los intelectuales libertarios vivos más influyentes.