Hace muchos años, en un reino en que los habitantes inventaban las palabras para nombrar todas las cosas, uno de los sabios pronosticó que vendrían tiempos de sequía y escasez. El rey le dijo a sus súbditos que deberían trabajar más y ahorrar para ese periodo. Aunque algunos no creyeron, finalmente todos colaboraron en esta misión. El rey, por su parte, había enviado animales a otras tierras para resguardarlos de la escasez. Los animales se reprodujeron y pronto tuvieron una mayor cantidad. A esta actitud positiva de guardar para el futuro, la llamaron invertir.
Este cuento pertenece a la colección “Aprendiendo a ahorrar”, que es un proyecto organizado y financiado por AIOS (Asociación Internacional de Organismos de Supervisión de Fondos de Pensiones) en el que se escogieron 8 cuentos de distintos países latinoamericanos escritos por niños para niños, con la finalidad de incentivar el ahorro. Los textos ayudan a los pequeños a tener conciencia del futuro y de la importancia del ahorro, a saber disfrutar de lo que se tiene pero también a cuidarlo, para no quedarse sin nada para cuando se pueda necesitar.
Este cuento pertenece a la colección “Aprendiendo a ahorrar”, que es un proyecto organizado y financiado por AIOS (Asociación Internacional de Organismos de Supervisión de Fondos de Pensiones) en el que se escogieron 8 cuentos de distintos países latinoamericanos escritos por niños para niños, con la finalidad de incentivar el ahorro. Los textos ayudan a los pequeños a tener conciencia del futuro y de la importancia del ahorro, a saber disfrutar de lo que se tiene pero también a cuidarlo, para no quedarse sin nada para cuando se pueda necesitar.