Este libro está escrito desde lo que entiendo como la legítima ambición de un socialista español que aporta una propuesta modesta con el afán de que seamos capaces, a través del debate de las ideas, de incorporar a nuestra acción política todo un fructífero bagaje de experiencias y elaboraciones que nos ayuden a encontrar nuevas respuestas -desprovistas de cualquier intención retórica- a las nuevas condiciones, problemas y conflictos de nuestras sociedades
El socialismo desde abajo; el socialismo de lo cotidiano; el socialismo que cada día se pregunta qué más se puede hacer para que valores tan profundamente sentidos como los de solidaridad, igualdad, justicia social, tolerancia… no resulten formulaciones abstractas sino que dispongan de una aplicación concreta en cada contexto, y que alcancen a cada hombre y a cada mujer.
Parto de la convicción de que “el socialismo de lo pequeño” debe adquirir grandeza entre los hombres y en las mujeres progresistas. A veces pienso que ante el fracaso de los modelos globalizadores y cerrados que pretendían felicidad uniforme para las personas, ante las dudas sobre cuál debe ser el camino más eficaz para lograr la emancipación y la autonomía del ser humano, una posible definición del socialismo de lo pequeño quizá resida en la capacidad de emocionarse ante el sufrimiento humano y saber reaccionar.
El objetivo de este libro, de toda esta reflexión es, precisamente, éste: animar a los socialistas y a todos aquellos que se quieran incorporar participativamente a trabajar con humildad desde abajo. Juntos, conformar y diseñar un proyecto de socialismo pegado al terreno, cercano a los barrios, a los que sufren, a los marginados, a los que desde la desesperanza están esperando algo de nosotros. Se trata del socialismo que se rebela frente al dolor, la desesperanza, el sufrimiento, la injusticia y la marginación. El socialismo que se sigue dirigiendo al corazón de las gentes.
El socialismo desde abajo; el socialismo de lo cotidiano; el socialismo que cada día se pregunta qué más se puede hacer para que valores tan profundamente sentidos como los de solidaridad, igualdad, justicia social, tolerancia… no resulten formulaciones abstractas sino que dispongan de una aplicación concreta en cada contexto, y que alcancen a cada hombre y a cada mujer.
Parto de la convicción de que “el socialismo de lo pequeño” debe adquirir grandeza entre los hombres y en las mujeres progresistas. A veces pienso que ante el fracaso de los modelos globalizadores y cerrados que pretendían felicidad uniforme para las personas, ante las dudas sobre cuál debe ser el camino más eficaz para lograr la emancipación y la autonomía del ser humano, una posible definición del socialismo de lo pequeño quizá resida en la capacidad de emocionarse ante el sufrimiento humano y saber reaccionar.
El objetivo de este libro, de toda esta reflexión es, precisamente, éste: animar a los socialistas y a todos aquellos que se quieran incorporar participativamente a trabajar con humildad desde abajo. Juntos, conformar y diseñar un proyecto de socialismo pegado al terreno, cercano a los barrios, a los que sufren, a los marginados, a los que desde la desesperanza están esperando algo de nosotros. Se trata del socialismo que se rebela frente al dolor, la desesperanza, el sufrimiento, la injusticia y la marginación. El socialismo que se sigue dirigiendo al corazón de las gentes.