Mi nombre es Markus Levrand.
Y mi vida ha sido un continuo dar tumbos de ciudad en ciudad.
Si me trasladé a Santiago, donde por fin me he establecido, fue porque adoro pasear por sus empedradas calles, entre viejas fachadas de granito gris, y por supuesto, porque necesito de su llovizna continua, y de sus días del color del plomo.
Aunque los motivos que me trajeron a esta bendita ciudad no son importantes. Lo transcendental es que aquí he conocido a Sara, y eso ha llenado de luz todos estos días grises. Junto a ella, después de mucho tiempo, he vuelto a sentirme vivo.
¿Podrá corresponderme cuando conozca mis secretos?
Nací en Lausanne. En 1727.
Soy un vampiro.
Y mi vida ha sido un continuo dar tumbos de ciudad en ciudad.
Si me trasladé a Santiago, donde por fin me he establecido, fue porque adoro pasear por sus empedradas calles, entre viejas fachadas de granito gris, y por supuesto, porque necesito de su llovizna continua, y de sus días del color del plomo.
Aunque los motivos que me trajeron a esta bendita ciudad no son importantes. Lo transcendental es que aquí he conocido a Sara, y eso ha llenado de luz todos estos días grises. Junto a ella, después de mucho tiempo, he vuelto a sentirme vivo.
¿Podrá corresponderme cuando conozca mis secretos?
Nací en Lausanne. En 1727.
Soy un vampiro.