"Yo ya nunca tenía ese sueño que, pasaba, tanto me alarmaba, ya no «buscaba» a mi padre; pero a veces me parecía -y me parece hasta ahora- que oía en sueños ciertos clamores lejanos, ciertos lamentos abatidos, incesantes; resuenan éstos en algún lugar, tras un alto muro que es imposible escalar, me desgarran el corazón; y yo lloro con los ojos cerrados, y no estoy en condición de entender, de ningún modo, qué cosa es: si acaso un hombre vivo que gime, o si eso me parece oír el bramido extenso y salvaje del mar agitado. Y he aquí éste se convierte en ese murmullo feroz de nuevo, y yo me despierto con angustia y terror en el alma."
Iván Turguéniev
Iván Turguéniev