Este texto no se dirige exclusivamente a profesionales sino que manifiesta una forma de estar en la vida, y por consiguiente también dentro de la relación terapéutica.
Muestra una visión original dentro del mundo de la terapia en donde el vínculo que se establece entre terapeuta y paciente es lo más importante y se rige por las reglas universales del respeto y la profunda aceptación del otro. El terapeuta es entonces quien tiene la capacidad de acompañar a la persona hacia donde esta misma desea ir, mostrándole aquellos recursos que están dentro de todos pero que las circunstancias muchas veces ocultan. En una relación paritaria que se construye momento tras momento y no puede responder a las leyes prefijadas de ninguna metodología.
“El Tao de la Terapia es ante todo humilde porque ve tanto lo que nos falta como lo que poseemos con lo cual la reciprocidad se da siempre y el crecimiento personal es bidireccional. Todos se nutren, todos nos beneficiamos. Y esto solo se consigue desde el amor“
Carmen Ortiz Giménez, madre de un niño con necesidades especiales
Muestra una visión original dentro del mundo de la terapia en donde el vínculo que se establece entre terapeuta y paciente es lo más importante y se rige por las reglas universales del respeto y la profunda aceptación del otro. El terapeuta es entonces quien tiene la capacidad de acompañar a la persona hacia donde esta misma desea ir, mostrándole aquellos recursos que están dentro de todos pero que las circunstancias muchas veces ocultan. En una relación paritaria que se construye momento tras momento y no puede responder a las leyes prefijadas de ninguna metodología.
“El Tao de la Terapia es ante todo humilde porque ve tanto lo que nos falta como lo que poseemos con lo cual la reciprocidad se da siempre y el crecimiento personal es bidireccional. Todos se nutren, todos nos beneficiamos. Y esto solo se consigue desde el amor“
Carmen Ortiz Giménez, madre de un niño con necesidades especiales