Aleksey Glebov, el marinero ruso, se congela en océano furioso. La ayuda no va a llegar a tiempo. Comprende que a llegado el fin y el frío y el desconsuelo hacen que pierda la consciencia. De repente Aleksey se despierta en un lugar caliente y con mucha luz. La alegría por haber sido salvado es sustituida por la sospecha infundida por su antiguo entrenamiento militar. Deduce que ha sido pescado en el Océano Atlántico y secuestrado para ser llevado a una de esas bases secretas de inteligencia extrangeras. La determinación lo obsesiona con averiguar quién y por qué ha sido secuestrado. En el búnker subterraneo, Glebov es llevado a un amplio despacho de muebles caros dónde conoce a un hombre que se ha presentado como Diablo...
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