El tutor- nueva edición más extensa que la primera.
SINOPSIS:
Cuando la señorita Rosalie Hampton llega al señorío de Tower hill Manor; propiedad de su nuevo tutor : sir Kendal Derrigham está hecha un mar de lágrimas, no quiere saber nada de vivir confinada en esa mansión y mucho menos piensa en casarse con un "pretendiente aceptable".
La misión de sir Kendal será hacerla cambiar de idea y evitar que la joven se convierta en presa de un caza fortuna, la misión de su pupila será seducir al único hombre que ama y la ignora por completo; su tutor...
Y cuando ella le tiende una trampa se desatará una lujuria que el caballero victoriano será incapaz de resistir, pero ¿se atreverá a dejarse llevar por ese deseo imperioso que tanto tiempo ha permanecido reprimido en su corazón y en su alma entera?
Extracto
Al sentir sus labios llenos y su boca el caballero pensó que perdería la cabeza. Debía apartarla, hablarle para que reaccionara y regresara a su habitación, pero sus labios y su piel suave hicieron que perdiera el control y la tomara de la cintura y le diera un verdadero beso de amantes, introduciendo su lengua hasta llenar su boca por completo y la apretaba contra su pecho con desesperación. Él tampoco había podido dormir pensando en ella, hacía días que no podía y luchaba como un demonio contra ese deseo salvaje, y esas ansias de tomarla y convertirla en su amante. Nunca había sido tan torturado en toda su vida por una mujer como por esa jovencita dulce y provocativa.
Rosalie gimió al sentir sus besos, que se deslizaron con suavidad por su cuello y su escote, era tan maravilloso… La estaba besando y acariciando, no la había rechazado como tanto había temido y sus besos la hacían temblar y estremecerse de una forma nueva y desconocida. Esa noche se entregaría a él, oh lo haría y luego debería casarse con ella porque era un caballero.
Sintió sus manos y sus besos atrapar sus pechos mientras la arrastraba a la cama en un arrebato de pasión y dejó que siguiera.
Él no podía detenerse, era tan hermosa, tan dulce y lo amaba, lo había visto en sus ojos. Pero debía hacerlo, no era correcto...
—Señorita Rosalie, no puedo hacer esto, no es correcto—dijo entonces mientras volvía a besarla. Debía detenerse, no podía hacer eso, era una joven inocente, su pupila, y él su tutor.
SINOPSIS:
Cuando la señorita Rosalie Hampton llega al señorío de Tower hill Manor; propiedad de su nuevo tutor : sir Kendal Derrigham está hecha un mar de lágrimas, no quiere saber nada de vivir confinada en esa mansión y mucho menos piensa en casarse con un "pretendiente aceptable".
La misión de sir Kendal será hacerla cambiar de idea y evitar que la joven se convierta en presa de un caza fortuna, la misión de su pupila será seducir al único hombre que ama y la ignora por completo; su tutor...
Y cuando ella le tiende una trampa se desatará una lujuria que el caballero victoriano será incapaz de resistir, pero ¿se atreverá a dejarse llevar por ese deseo imperioso que tanto tiempo ha permanecido reprimido en su corazón y en su alma entera?
Extracto
Al sentir sus labios llenos y su boca el caballero pensó que perdería la cabeza. Debía apartarla, hablarle para que reaccionara y regresara a su habitación, pero sus labios y su piel suave hicieron que perdiera el control y la tomara de la cintura y le diera un verdadero beso de amantes, introduciendo su lengua hasta llenar su boca por completo y la apretaba contra su pecho con desesperación. Él tampoco había podido dormir pensando en ella, hacía días que no podía y luchaba como un demonio contra ese deseo salvaje, y esas ansias de tomarla y convertirla en su amante. Nunca había sido tan torturado en toda su vida por una mujer como por esa jovencita dulce y provocativa.
Rosalie gimió al sentir sus besos, que se deslizaron con suavidad por su cuello y su escote, era tan maravilloso… La estaba besando y acariciando, no la había rechazado como tanto había temido y sus besos la hacían temblar y estremecerse de una forma nueva y desconocida. Esa noche se entregaría a él, oh lo haría y luego debería casarse con ella porque era un caballero.
Sintió sus manos y sus besos atrapar sus pechos mientras la arrastraba a la cama en un arrebato de pasión y dejó que siguiera.
Él no podía detenerse, era tan hermosa, tan dulce y lo amaba, lo había visto en sus ojos. Pero debía hacerlo, no era correcto...
—Señorita Rosalie, no puedo hacer esto, no es correcto—dijo entonces mientras volvía a besarla. Debía detenerse, no podía hacer eso, era una joven inocente, su pupila, y él su tutor.