Chicago, 2003. Uno de los tres principales Diarios de la ciudad de los vientos está en deuda con la afición de los White Sox. En bancarrota por la improvisación de un periodismo sin identidad. Gracias a Dios, julio es de fiesta para los patiblancos, vuelve el Juego de Estrellas al antiguo y retocado Comiskey Park. Los jefes se la juegan todas y emprenden una estrategia vanguardista para evitar el descalabro y para ello apelan al periodista deportivo más veterano del News Bulletin: Jay Kruger.
Kruger, es el tipo indicado para meter las narices cuando beisbol es la fuente, su único defecto es el apego al racismo. Detalle que debe autocensurar, arriesgando el empleo y la vida con tal de preservar su convicción. La pauta es incómoda. La piedra en el zapato es un “big leaguer” latino y el sentimiento que genera la discriminación. Y aunque lo deteste, debe purgar sus ideales para referirse en los mejores términos durante 27 "out´s" de un juego interligas.
Con El Último Juego, el autor, se atreve a adentrarse al ambiente donde reposan las verdaderas glorias del beisbol, donde las confabulaciones y el racismo blanco americano se convierten en una base por bola intencional gracias a los avatares del reconstruido templo inmortal de los peloteros.
Kruger, es el tipo indicado para meter las narices cuando beisbol es la fuente, su único defecto es el apego al racismo. Detalle que debe autocensurar, arriesgando el empleo y la vida con tal de preservar su convicción. La pauta es incómoda. La piedra en el zapato es un “big leaguer” latino y el sentimiento que genera la discriminación. Y aunque lo deteste, debe purgar sus ideales para referirse en los mejores términos durante 27 "out´s" de un juego interligas.
Con El Último Juego, el autor, se atreve a adentrarse al ambiente donde reposan las verdaderas glorias del beisbol, donde las confabulaciones y el racismo blanco americano se convierten en una base por bola intencional gracias a los avatares del reconstruido templo inmortal de los peloteros.