Diego Armando Maradona quiere jugar el Mundial 94. Sueña con volver a ser el del 86, pero está completamente fuera de forma. Alguien le presenta a Daniel Cerrini, un fisicoculturista que nada tiene que ver con el fútbol. Diego lo contrata para que se encargue de su puesta a punto. Los resultados son, o parecen ser, sorprendentes. Maradona está en plena forma física y futbolística. El médico de la selección, sin embargo, está preocupado. Nadie le ha dicho qué clase de medicamentos está tomando El Diez.Argentina tiene un arranque espectacular en el Mundial. Maradona es la gran figura del equipo. Después del triunfo ante Nigeria, una mujer vestida de enfermera lo pasa a buscar al centro del campo. Diego ha sido sorteado para el control antidoping. En el palco, Julio Humberto Grondona le dice al dirigente Eduardo Deluca que ahora hay que rezar. Grondona deberá optar entre dos lealtades: o respalda a su jugador fetiche o cierra filas con el poder de la FIFA.
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