"El verano de nunca acabar" es una sátira sobre el frentismo patrio que trata con la misma irreverencia y el mismo afecto a rojos y fachas, carcas y progres. Una novela feroz, hilarante y bienintencionada para lectores de cualquier pelaje.
Ochenta años después de la Guerra Civil, una familia de la izquierda caviar y otra de la derecha ultramontana descubren con horror que han heredado una finca a medias. No queda más remedio que entenderse con esos otros. Entre negociaciones fallidas, intentos de estafa, rencores y garrotazos, Chaplin, un okupa amante de las tradiciones y Jimena, una broker con vocación de saltimbanqui, serán la última y disparatada posibilidad de reconciliación de las dos Españas.
«Subversiva, hilarante a veces, mordaz siempre… una novela que se atreve con lo que nadie se ha atrevido hasta ahora: reconciliar a las dos España ¿o no?».