Descrita como la novela más personal y autobiográfica de Irène Némirovsky, El vino de la soledad (publicada en 1935) recrea el destino de una adinerada familia rusa refugiada en París, y describe la venganza de una joven contra su madre, motivo que la escritora ya había tratado en esa pequeña joya literaria que es El baile. Con una mirada inteligente y ácida, la novela sigue a la pequeña Elena de los ocho años a la mayoría de edad, desde Ucrania hasta San Petersburgo, Finlandia y finalmente París, donde la familia se instala tras el estallido de la revolución rusa, en un recorrido paralelo al que realizó la propia Némirovsky. La madre de Elena, una mujer bella y frívola de origen noble, desprecia a su marido, un potentado judío, y a su hija. Tras la muerte de la gobernanta, la vida de la niña se vuelve aún más difícil, pues su madre instala en la casa a su amante, un primo quince años más joven que ella. No obstante, el tiempo convierte a Elena en una joven hermosa, y el día que descubre que atrae al amante de su madre, comprende que ha llegado el momento de vengarse.
Irène Némirovsky, autora de la impactante Suite francesa, mostró desde joven un talento excepcional. Su trágica muerte, a los treinta y nueve años, en un campo de concentración puso fin a una obra magistral, que ha sido redescubierta con enorme éxito. El vino de la soledad es otra magnífica novela de esta escritora maravillosa, lúcida y brillante.
Irène Némirovsky, autora de la impactante Suite francesa, mostró desde joven un talento excepcional. Su trágica muerte, a los treinta y nueve años, en un campo de concentración puso fin a una obra magistral, que ha sido redescubierta con enorme éxito. El vino de la soledad es otra magnífica novela de esta escritora maravillosa, lúcida y brillante.