Elogio de la Locura es un pequeño libro, un ensayo, una sátira en la que la locura o estulticia habla en forma irónica sobre su influencia en el mundo y sobre sus “seguidores”. Critica específicamente las supersticiones, las tradiciones europeas y a la Iglesia Católica. El texto original utiliza el término estulticia para referirse a la locura, que corresponde más a los términos tontería o estupidez, que al de locura. Sin embargo, en el mundo de habla hispana está difundido el uso de éste último para referirse a esta obra de Erasmo.
Desiderius Erasmus o Erasmo de Rotterdam fue un cura católico nacido en los Países Bajos en 1466. Estos dos hechos, su posición de cura y la fecha de su nacimiento, hacen de este hombre excepcional. Expliquemos: Erasmo, como todo aquel que quisiera obtener educación y cultura en su tiempo, tuvo que recurrir a la Iglesia Católica, supremo ente cultural de la época. Sin embargo, se diferencia en que a pesar de ser parte de la Iglesia Católica fue uno de sus mayores críticos. Es más, a pesar de ser fiel a la autoridad del papa, Erasmo apoyó la Reforma de la Iglesia (sin estar de acuerdo con Lutero), y fue un crítico agudo de los abusos de los curas y teólogos, así como de la adoración de imágenes e incluso del papa mismo, lo cual es evidente en Elogio de la Locura. El segundo dato, el de su fecha de nacimiento, lo hace excepcional porque esta es una época de conservadurismo, de conquistas y barbarie (recordemos que la invasión del continente americano empezó en 1492, cuando Erasmo tenía apenas 26 años). Ser crítico de la Iglesia y sus costumbres en esa época era sinónimo de suicidio (esta es época de gran poder para la inquisición), por ello el que éste hombre se atreviera a usar la ironía para criticar no sólo a la institución que lo albergaba, sino a la sociedad de su tiempo, pertenece a un momento de la historia mucho más avanzado que el suyo. Las ideas de Erasmo eran realmente “radicales” para los siglos XV y XVI: promovió la educación difundida, sin importar estrato social, ni sexo (no podemos estar seguros sobre el tipo de educación); enfatizó la importancia del ser humano como individuo; y apoyó el pensamiento crítico y la evidencia, en oposición al dogma y la superstición. Es por esto que Erasmo es llamado el Príncipe de los Humanistas.
Desiderius Erasmus o Erasmo de Rotterdam fue un cura católico nacido en los Países Bajos en 1466. Estos dos hechos, su posición de cura y la fecha de su nacimiento, hacen de este hombre excepcional. Expliquemos: Erasmo, como todo aquel que quisiera obtener educación y cultura en su tiempo, tuvo que recurrir a la Iglesia Católica, supremo ente cultural de la época. Sin embargo, se diferencia en que a pesar de ser parte de la Iglesia Católica fue uno de sus mayores críticos. Es más, a pesar de ser fiel a la autoridad del papa, Erasmo apoyó la Reforma de la Iglesia (sin estar de acuerdo con Lutero), y fue un crítico agudo de los abusos de los curas y teólogos, así como de la adoración de imágenes e incluso del papa mismo, lo cual es evidente en Elogio de la Locura. El segundo dato, el de su fecha de nacimiento, lo hace excepcional porque esta es una época de conservadurismo, de conquistas y barbarie (recordemos que la invasión del continente americano empezó en 1492, cuando Erasmo tenía apenas 26 años). Ser crítico de la Iglesia y sus costumbres en esa época era sinónimo de suicidio (esta es época de gran poder para la inquisición), por ello el que éste hombre se atreviera a usar la ironía para criticar no sólo a la institución que lo albergaba, sino a la sociedad de su tiempo, pertenece a un momento de la historia mucho más avanzado que el suyo. Las ideas de Erasmo eran realmente “radicales” para los siglos XV y XVI: promovió la educación difundida, sin importar estrato social, ni sexo (no podemos estar seguros sobre el tipo de educación); enfatizó la importancia del ser humano como individuo; y apoyó el pensamiento crítico y la evidencia, en oposición al dogma y la superstición. Es por esto que Erasmo es llamado el Príncipe de los Humanistas.