“Sed santo, porque yo soy santo,” manda Dios. Pero la santidad es algo que
muchas veces hace falta en la vida cotidiana del creyente. Conforme al
autor Jerry Bridges, es porque no estamos seguros de qué es nuestra
responsabilidad en la santidad. Su obra, En Pos de la Santidad, nos ayuda a
ver más claramente lo que debemos confiar a Dios para hacer, y lo que
debemos responsabilizarnos a nosotros para hacer. Entre más nos
profundicemos en nuestra relación con Dios y aprender más de Su carácter, y
entender el rol del Espíritu Santo en nuestra santidad, nos creceremos
espiritualmente. En Efesios 4:20-24, Pablo nos insta a despojarnos del
viejo hombre y a vestirnos del nuevo hombre. Despojarnos del viejo hombre
significa lidiar con los patrones de pecado en nuestra vida. Vestirnos del
nuevo hombre significa desarrollar cualidades como las de Cristo: amor,
compasión, generosidad y perdón. En Pos de la Santidad se centra mayormente
en despojarse del viejo hombre—lidiar con el pecado en nuestras vidas.
muchas veces hace falta en la vida cotidiana del creyente. Conforme al
autor Jerry Bridges, es porque no estamos seguros de qué es nuestra
responsabilidad en la santidad. Su obra, En Pos de la Santidad, nos ayuda a
ver más claramente lo que debemos confiar a Dios para hacer, y lo que
debemos responsabilizarnos a nosotros para hacer. Entre más nos
profundicemos en nuestra relación con Dios y aprender más de Su carácter, y
entender el rol del Espíritu Santo en nuestra santidad, nos creceremos
espiritualmente. En Efesios 4:20-24, Pablo nos insta a despojarnos del
viejo hombre y a vestirnos del nuevo hombre. Despojarnos del viejo hombre
significa lidiar con los patrones de pecado en nuestra vida. Vestirnos del
nuevo hombre significa desarrollar cualidades como las de Cristo: amor,
compasión, generosidad y perdón. En Pos de la Santidad se centra mayormente
en despojarse del viejo hombre—lidiar con el pecado en nuestras vidas.