Ennia duerme. De pronto, siente que algo le roza el brazo. Se despierta. Ve una sombra negra en la negrura de su habitación. Es el señor Otto, que la invita a ir a Faerie a cumplir una misión. ¿Cuál? Eso tendrá que descubrirlo. Como ayuda recibe una caja mágina con una pantalla. Cuando Ennia formule un deseo, le dirá si se le concede o no, y por qué motivo, con frases como estas: "No puedes pedir cosas que puedas conseguir por ti misma" o "una vez formulado un deseo, no es posible deshacerlo".
Ennia es una alegoría de la vida, que por ser dura precisa de abnegación, y por ser hermosa e irrepetible, la fantasía es absolutamente necesaria.
Ennia es una alegoría de la vida, que por ser dura precisa de abnegación, y por ser hermosa e irrepetible, la fantasía es absolutamente necesaria.