En el momento que Maximiliano Farell firmó su decálogo, Eve supo que había vendido su alma al diablo, un diablo sexy, apuesto y arrogante que no solo le enseñaría cómo descubrir el sexo a plenitud, sino que ataría su vida durante noventa días.
Ahora su misión más importante, aparte de terminar su novela, es evitar enamorarse del hombre que noche tras noche la envuelve en un manto de sensaciones y sentimientos que nunca antes había experimentado.
Inmerso en su rol de maestro del sexo, Max ha evadido su realidad, dejando de lado el hecho que su vida pende de un hilo, en lo único que puede pensar es en ella, en la forma en como su cuerpo responde al suyo en como lo complementa, desarrollando sentimientos que no está dispuesto a corresponder
¿Qué sucederá cuando el día noventa llegue cumpliéndose el plazo pactado?
¿Cederán ante sus sentimientos o se enfrentarán a ellos?
Ahora su misión más importante, aparte de terminar su novela, es evitar enamorarse del hombre que noche tras noche la envuelve en un manto de sensaciones y sentimientos que nunca antes había experimentado.
Inmerso en su rol de maestro del sexo, Max ha evadido su realidad, dejando de lado el hecho que su vida pende de un hilo, en lo único que puede pensar es en ella, en la forma en como su cuerpo responde al suyo en como lo complementa, desarrollando sentimientos que no está dispuesto a corresponder
¿Qué sucederá cuando el día noventa llegue cumpliéndose el plazo pactado?
¿Cederán ante sus sentimientos o se enfrentarán a ellos?