La Primera República es la cuarta novela de la quinta y última serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.
La novela comienza con la abdicación del rey Amadeo I y la proclamación de la Primera República Española, que fue muy breve: del 11 de febrero de 1873 hasta el 29 de diciembre de 1874. Ya desde el inicio, la república entra en una crisis ministerial que ya no abandonará, con una sucesión de presidentes que da idea de su fracaso. El ambiente político es de máxima confusión, con un alto fraccionamiento de los partidos en grupúsculos que pugnan entre sí. Las facciones de republicanos federales, radicales, alfonsinos y carlistas se enfrentan en el Parlamento. A ello se suman insurrecciones armadas de carlistas y cantonalistas. Así que a finales el año 1874 el sueño republicano se termina.
Galdós construye el relato a base de multitud de escenas, sin un hilo novelesco concreto. El protagonista, de nuevo Proteo Liviano, Tito, claramente republicano y alter ego del escritor, ve con dolor los fallos de su amada república, sus contradicciones y sus excesos, que la llevarán desgraciadamente al hundimiento y a la vuelta al absolutismo de la Restauración. Todo ello nos lo contará el protagonista desde su puesto en el Ministerio de Gobernación y como testigo de las sesiones de las Cortes. En este caso, su acompañante amorosa será Floriana, una mujer misteriosa y profunda con la que hace un extraño viaje hasta Cartagena, donde asistirán a la sublevación cantonal.
La novela comienza con la abdicación del rey Amadeo I y la proclamación de la Primera República Española, que fue muy breve: del 11 de febrero de 1873 hasta el 29 de diciembre de 1874. Ya desde el inicio, la república entra en una crisis ministerial que ya no abandonará, con una sucesión de presidentes que da idea de su fracaso. El ambiente político es de máxima confusión, con un alto fraccionamiento de los partidos en grupúsculos que pugnan entre sí. Las facciones de republicanos federales, radicales, alfonsinos y carlistas se enfrentan en el Parlamento. A ello se suman insurrecciones armadas de carlistas y cantonalistas. Así que a finales el año 1874 el sueño republicano se termina.
Galdós construye el relato a base de multitud de escenas, sin un hilo novelesco concreto. El protagonista, de nuevo Proteo Liviano, Tito, claramente republicano y alter ego del escritor, ve con dolor los fallos de su amada república, sus contradicciones y sus excesos, que la llevarán desgraciadamente al hundimiento y a la vuelta al absolutismo de la Restauración. Todo ello nos lo contará el protagonista desde su puesto en el Ministerio de Gobernación y como testigo de las sesiones de las Cortes. En este caso, su acompañante amorosa será Floriana, una mujer misteriosa y profunda con la que hace un extraño viaje hasta Cartagena, donde asistirán a la sublevación cantonal.