La epistemología jurídica permite hacer realidad la posibilidad de la reflexión jurídica, misma que en nuestro campo ha estado dormida o ausente en los planes y programas de estudio de las diferentes universidades e instituciones de educación superior de Latinoamérica.
Si conforme con la afirmación de Aristóteles de que una vida sin reflexión no vale la pena vivirla, luego entonces el abogado que no la emplea en su desempeño profesional en la judicatura, la postulancia, la investigación o la docencia se está privado de una parte muy importante que le reditúa grandes beneficios.
Esté libro cubre una imperiosa necesidad identificada tanto en Europa como en nuestro continente, por lo que estamos seguros que despertará la atención de los estudiosos del derecho permitiendo la apertura o el avance en este campo tan necesario hoy, en nuestra realidad cotidiana dentro de la conceptualizada sociedad del conocimiento.
Los resultados, el autor los ha podido comprobar en los distintos tribunales superiores de justicia, colegios y barras de abogados, así como universidades nacionales e internacionales en donde ha sido invitado a impartir cursos relacionados con el tema, enfrentándose al reto de explicar con palabras sencillas pensamientos complejos; la lógica difusa y la teoría de sistemas borrosos le fueron muy provechosas al respecto.
Al principio lo que parece un juego de palabras sin sentido, como la afirmación hegeliana de que “la pena es la negación de la negación del derecho” después, gracias a la reflexión epistemológica, descubrimos que nos enriquece dándonos la profundidad y amplitud que con la memoria o razón no podemos alcanzar.
Estamos totalmente seguros que con este libro se empezará en los estudiosos del derecho la discusión sobre este campo y que, en aquellos que afortunadamente ya lo han abordado, servirá para impulsar los rompimientos epistémicos que permitirán que nuestra reflexión jurídica avance para la construcción e innovación de la ciencia jurídica tan aceleradamente cambiante que la familia romano-germánica requiere en la actualidad.
El autor considera que todo lo anterior carecería de valor, sin la finalidad señalada, de que lo importante es aprender a ser abogados reflexivos, por oposición a estudiar memorísticamente la epistemología jurídica.
Latinoamérica exige que de ser importadora y repetidora de teorías jurídicas se convierta en una aportadora de cuerpos jurídicos que enriquezcan al derecho que hemos heredado.
En esta cuarta edición se contempla la reforma constitucional de junio de 2011 y sus implicaciones garantistas para este campo del metaconocimiento jurídico.
Si conforme con la afirmación de Aristóteles de que una vida sin reflexión no vale la pena vivirla, luego entonces el abogado que no la emplea en su desempeño profesional en la judicatura, la postulancia, la investigación o la docencia se está privado de una parte muy importante que le reditúa grandes beneficios.
Esté libro cubre una imperiosa necesidad identificada tanto en Europa como en nuestro continente, por lo que estamos seguros que despertará la atención de los estudiosos del derecho permitiendo la apertura o el avance en este campo tan necesario hoy, en nuestra realidad cotidiana dentro de la conceptualizada sociedad del conocimiento.
Los resultados, el autor los ha podido comprobar en los distintos tribunales superiores de justicia, colegios y barras de abogados, así como universidades nacionales e internacionales en donde ha sido invitado a impartir cursos relacionados con el tema, enfrentándose al reto de explicar con palabras sencillas pensamientos complejos; la lógica difusa y la teoría de sistemas borrosos le fueron muy provechosas al respecto.
Al principio lo que parece un juego de palabras sin sentido, como la afirmación hegeliana de que “la pena es la negación de la negación del derecho” después, gracias a la reflexión epistemológica, descubrimos que nos enriquece dándonos la profundidad y amplitud que con la memoria o razón no podemos alcanzar.
Estamos totalmente seguros que con este libro se empezará en los estudiosos del derecho la discusión sobre este campo y que, en aquellos que afortunadamente ya lo han abordado, servirá para impulsar los rompimientos epistémicos que permitirán que nuestra reflexión jurídica avance para la construcción e innovación de la ciencia jurídica tan aceleradamente cambiante que la familia romano-germánica requiere en la actualidad.
El autor considera que todo lo anterior carecería de valor, sin la finalidad señalada, de que lo importante es aprender a ser abogados reflexivos, por oposición a estudiar memorísticamente la epistemología jurídica.
Latinoamérica exige que de ser importadora y repetidora de teorías jurídicas se convierta en una aportadora de cuerpos jurídicos que enriquezcan al derecho que hemos heredado.
En esta cuarta edición se contempla la reforma constitucional de junio de 2011 y sus implicaciones garantistas para este campo del metaconocimiento jurídico.