Nunca se le ocurrió a Ana que ella realmente podría perder la apuesta de esclavitud por día contra Charlie. Una pequeña apuesta tonta en un pequeño juego tonto se convierte en una aventura en el dormitorio para los dos. Hannah ha estado interesada en explorar su lado sumiso por un tiempo aunque ha sido demasiado tímida para decirle a su novio Charlie. Él toma la oportunidad de dominarla cuando se le presenta, y con ello su relación quizás no vuelva a ser pura dulzura.
Este es un cuento erótico explícito de aproximadamente 5200 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está destinado sólo para adultos que estén interesados en este tipo de material para su visualización en las jurisdicciones donde su venta y el disfrute no viole las leyes locales.
Extracto:
Los términos de la apuesta eran simples: quien ganara tendría con ello el título de "amo" durante las próximas veinticuatro horas y al perdedor se le llamaría "esclavo ", y estaría bajo el dominio del amo por el período de tiempo acordado. Mientras Hannah pensaba que esta era la oportunidad perfecta para que Charlie cumpliera con su labor, haciéndose cargo de pequeños quehaceres de la casa que él seguía posponiendo, Charlie tenía una idea un tanto diferente en la mente en cuanto a la forma en que la que pensaba que utilizar su dominio. Él quería una esclava sexual, y él sabía que podría convertir fácilmente a Hannah en su puta babeante en tan sólo instantes. Aunque a ella le gustaba jugar a la muy inocente y dulce, en el dormitorio, siempre solía dejar caer pistas ante Charlie, indicándole que tenía más que un poco de lado salvaje.
Este es un cuento erótico explícito de aproximadamente 5200 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está destinado sólo para adultos que estén interesados en este tipo de material para su visualización en las jurisdicciones donde su venta y el disfrute no viole las leyes locales.
Extracto:
Los términos de la apuesta eran simples: quien ganara tendría con ello el título de "amo" durante las próximas veinticuatro horas y al perdedor se le llamaría "esclavo ", y estaría bajo el dominio del amo por el período de tiempo acordado. Mientras Hannah pensaba que esta era la oportunidad perfecta para que Charlie cumpliera con su labor, haciéndose cargo de pequeños quehaceres de la casa que él seguía posponiendo, Charlie tenía una idea un tanto diferente en la mente en cuanto a la forma en que la que pensaba que utilizar su dominio. Él quería una esclava sexual, y él sabía que podría convertir fácilmente a Hannah en su puta babeante en tan sólo instantes. Aunque a ella le gustaba jugar a la muy inocente y dulce, en el dormitorio, siempre solía dejar caer pistas ante Charlie, indicándole que tenía más que un poco de lado salvaje.