Una mujer en una conferencia fuera de su ciudad se siente excitada al ver a algunos de los hombres del evento usando chicas escorts en el bar del hotel. Decidida a regalarse un estremecimiento, juega a actuar como una escort a ver qué sucede. Termina con un par de hombres proponiéndole sexo y decide ir a fondo con su papel.
Ésta es una historia erótica explícita de aproximadamente 5.050 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está dirigida sólo a adultos que estén interesados en este tipo de material para su consumo en jurisdicciones donde su venta y disfrute no violen leyes locales.
Extracto:
La idea de divertirse un poco participando en un juego de roles como una chica escort, saltó a la mente de Kathy y de repente quiso hacerlo. No estaba segura si podría meterse de lleno en ello y acostarse con alguien, pero el pensamiento de ponerse a sí misma “en venta” en el bar fue algo que capturó su atención. No obstante, la idea de que podía irse con alguien del congreso y terminar sentada con ellos al día siguiente en un grupo de trabajo, puso un impedimento. Faltaba un día más para que se terminara el congreso y a la noche siguiente Kathy necesitaba quedarse en el hotel de nuevo antes de viajar a su casa a la mañana siguiente. Eso significaba que sería capaz de “jugar”, sólo con una pequeña posibilidad de ser descubierta. Ese ligero riesgo se añadió a la emoción de lo que pensaba hacer y Kathy decidió que pagaría por ser una chica de compañía luego que el congreso terminara. Mientras libaba su vino, mantuvo su mirada en el bar y observó un flujo relativamente constante de hombres, acercándose a las mujeres sentadas allí. Esto sería divertido, pensó, finalmente bebió el poco vino que quedaba en su copa, y regresó a su cuarto.
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La idea de divertirse un poco participando en un juego de roles como una chica escort, saltó a la mente de Kathy y de repente quiso hacerlo. No estaba segura si podría meterse de lleno en ello y acostarse con alguien, pero el pensamiento de ponerse a sí misma “en venta” en el bar fue algo que capturó su atención. No obstante, la idea de que podía irse con alguien del congreso y terminar sentada con ellos al día siguiente en un grupo de trabajo, puso un impedimento. Faltaba un día más para que se terminara el congreso y a la noche siguiente Kathy necesitaba quedarse en el hotel de nuevo antes de viajar a su casa a la mañana siguiente. Eso significaba que sería capaz de “jugar”, sólo con una pequeña posibilidad de ser descubierta. Ese ligero riesgo se añadió a la emoción de lo que pensaba hacer y Kathy decidió que pagaría por ser una chica de compañía luego que el congreso terminara. Mientras libaba su vino, mantuvo su mirada en el bar y observó un flujo relativamente constante de hombres, acercándose a las mujeres sentadas allí. Esto sería divertido, pensó, finalmente bebió el poco vino que quedaba en su copa, y regresó a su cuarto.
