El autor nació en Santiago de Cuba. Su padre, Bonifacio Haza Grasso, era miembro de la Policía Nacional, y a menudo era trasladado de pueblo en pueblo trayendo con él a su familia. Él narra en orden cronológico, historias que provocan risa y lágrimas, pesar y asombro, con experiencias extraordinarias por medio de situaciones vistas desde una posición raramente accesible a la mayoría de las personas.
Aprendió a temprana edad que a veces las cosas no son exactamente como lo que parecen. Que si bien es comúnmente aceptado que hacer lo correcto cuando nadie nos está viendo es una señal de integridad, en presencia de otros uno debe moderar su comportamiento con la conciencia de que para alcanzar un fin mayor es aconsejable tener paciencia y guardar silencio donde la razón no es tenida en consideración y la verdad desagrada.
“Escritos Sobre la Arena” es la historia de cómo un niño veía el mundo, desde sus primeras memorias fugaces de la infancia en una Cuba democrática antes de que Fulgencio Batista diera el golpe de estado en 1952. De cómo su padre favorecía el retorno a la democracia, de un movimiento revolucionario que prometió la vuelta a la democracia pero resultó en que Cuba entrara al bloque comunista. La ejecución de su padre causó que la familia se mudara para los Estados Unidos de América por vía de España en 1964, y su vida posterior en América.
“Escritos sobre la Arena” también muestra con casos concretos, en el orden en que ocurrieron, ejemplos de el método empleado por los hermanos Castro para llevar a Cuba hacia una dictadura comunista para perpetuarse en el poder.
El autor describe cómo sus vidas fueron afectadas por circunstancias que los puso en el centro del conflicto, ya que ellos estaban en Santiago de Cuba durante el ataque de Fidel Castro al Cuartel Moncada el 26 de Julio de 1953. Después del retorno de Castro a Cuba para formar el Ejército Rebelde, el autor relata como la revolución fue progresando, y la participación de su familia en ese proceso, que culminó con la renuncia del Presidente Fulgencio Batista y su salida de Cuba el 31 de Diciembre de 1958.
El padre del autor era Jefe de la Policía Nacional en Santiago de Cuba el 31 de Diciembre de 1958. Su padre actuó como intermediario para ayudar a establecer comunicación entre el Ejército Nacional en Santiago de Cuba y el Ejército Rebelde de Fidel Castro, para efectuar un pacto que resolviera el conflicto y restableciera el proceso democrático que fue interrumpido por el golpe de estado.
Después de recibir el agradecimiento público de Fidel Castro por ayudar a lograr una resolución pacífica de la guerra, y después de ser ascendido a Teniente Coronel por Raúl Castro, asumiendo su nueva posición de Ayudante del Jefe del Ejército, Bonifacio Haza Grasso fue llevado frente a una zanja y ejecutado con otros 70 prisioneros.
El relato de los esfuerzos desesperados de la familia para salir de la isla antes de que la posibilidad de partir se extinguiera, se acentúa con historias de profundo interés humano.
“Escritos sobre la Arena” recoge las memorias del autor de la historia de su vida y la de su familia en una época de gran agitación en la Historia de Cuba. Lo escribió porque tenía que hacerlo, porque independientemente de cuán fuerte era el deseo de contarlo, este palidecía en comparación a la sensación abrumadora de que él no podía no decirlo.
Que no importa cuántas veces se cuente la historia, nunca es suficiente.
Aprendió a temprana edad que a veces las cosas no son exactamente como lo que parecen. Que si bien es comúnmente aceptado que hacer lo correcto cuando nadie nos está viendo es una señal de integridad, en presencia de otros uno debe moderar su comportamiento con la conciencia de que para alcanzar un fin mayor es aconsejable tener paciencia y guardar silencio donde la razón no es tenida en consideración y la verdad desagrada.
“Escritos Sobre la Arena” es la historia de cómo un niño veía el mundo, desde sus primeras memorias fugaces de la infancia en una Cuba democrática antes de que Fulgencio Batista diera el golpe de estado en 1952. De cómo su padre favorecía el retorno a la democracia, de un movimiento revolucionario que prometió la vuelta a la democracia pero resultó en que Cuba entrara al bloque comunista. La ejecución de su padre causó que la familia se mudara para los Estados Unidos de América por vía de España en 1964, y su vida posterior en América.
“Escritos sobre la Arena” también muestra con casos concretos, en el orden en que ocurrieron, ejemplos de el método empleado por los hermanos Castro para llevar a Cuba hacia una dictadura comunista para perpetuarse en el poder.
El autor describe cómo sus vidas fueron afectadas por circunstancias que los puso en el centro del conflicto, ya que ellos estaban en Santiago de Cuba durante el ataque de Fidel Castro al Cuartel Moncada el 26 de Julio de 1953. Después del retorno de Castro a Cuba para formar el Ejército Rebelde, el autor relata como la revolución fue progresando, y la participación de su familia en ese proceso, que culminó con la renuncia del Presidente Fulgencio Batista y su salida de Cuba el 31 de Diciembre de 1958.
El padre del autor era Jefe de la Policía Nacional en Santiago de Cuba el 31 de Diciembre de 1958. Su padre actuó como intermediario para ayudar a establecer comunicación entre el Ejército Nacional en Santiago de Cuba y el Ejército Rebelde de Fidel Castro, para efectuar un pacto que resolviera el conflicto y restableciera el proceso democrático que fue interrumpido por el golpe de estado.
Después de recibir el agradecimiento público de Fidel Castro por ayudar a lograr una resolución pacífica de la guerra, y después de ser ascendido a Teniente Coronel por Raúl Castro, asumiendo su nueva posición de Ayudante del Jefe del Ejército, Bonifacio Haza Grasso fue llevado frente a una zanja y ejecutado con otros 70 prisioneros.
El relato de los esfuerzos desesperados de la familia para salir de la isla antes de que la posibilidad de partir se extinguiera, se acentúa con historias de profundo interés humano.
“Escritos sobre la Arena” recoge las memorias del autor de la historia de su vida y la de su familia en una época de gran agitación en la Historia de Cuba. Lo escribió porque tenía que hacerlo, porque independientemente de cuán fuerte era el deseo de contarlo, este palidecía en comparación a la sensación abrumadora de que él no podía no decirlo.
Que no importa cuántas veces se cuente la historia, nunca es suficiente.
