Espérame en el cielo es la historia de amor de Martín y Valentina.
Una historia real, dulce y preciosa marcada por la depresión de Martín que supuso mucho sufrimiento pero sobretodo hizo florecer en él y en los que quiso y le quisieron los sentimientos más puros y profundos que puede desear un ser humano durante su tiempo en la Tierra.
Amor, amistad, lucha y superación fueron claves en su relación y en sus vidas.
En palabras de Valentina un buen resumen diría que las personas que se cruzan en tu camino siempre lo hacen por algo. Siempre te enseñan algo, bueno o malo. Nunca es casualidad.
Como te dije una vez, estoy segura de que nuestros caminos debían cruzarse, por mil motivos.
Fuiste luz en la vida de muchos y aunque vieras a veces demasiadas sombras, nunca hubieras brillado con tal intensidad si no hubieras sentido esa oscuridad.
Me enseñaste todo. Hasta lo que creí que jamás descubriría. El sentido de este viaje al que llamamos Vida.
Te prometo que seguiré adelante, que seré feliz contigo en mi corazón, pues sé que no pudiste evitar irte y que nos reencontraremos.
Espérame en el cielo.
Una historia real, dulce y preciosa marcada por la depresión de Martín que supuso mucho sufrimiento pero sobretodo hizo florecer en él y en los que quiso y le quisieron los sentimientos más puros y profundos que puede desear un ser humano durante su tiempo en la Tierra.
Amor, amistad, lucha y superación fueron claves en su relación y en sus vidas.
En palabras de Valentina un buen resumen diría que las personas que se cruzan en tu camino siempre lo hacen por algo. Siempre te enseñan algo, bueno o malo. Nunca es casualidad.
Como te dije una vez, estoy segura de que nuestros caminos debían cruzarse, por mil motivos.
Fuiste luz en la vida de muchos y aunque vieras a veces demasiadas sombras, nunca hubieras brillado con tal intensidad si no hubieras sentido esa oscuridad.
Me enseñaste todo. Hasta lo que creí que jamás descubriría. El sentido de este viaje al que llamamos Vida.
Te prometo que seguiré adelante, que seré feliz contigo en mi corazón, pues sé que no pudiste evitar irte y que nos reencontraremos.
Espérame en el cielo.